Un beso así no había ocurrido. Solo en la ficción, en 2011, cuando la marca de ropa italiana Benetton creó unos polémicos carteles que distribuyó por el mundo en donde el entonces papa Benedicto XVI besaba en la boca a un imán. En su momento los carteles recibieron demandas y fueron retirados.
Esta vez, sin embargo, el beso en la mejilla entre los líderes de dos de las religiones más importantes del mundo, el catolicismo y el islamismo, el papa Francisco y gran imán de El Cairo, Sheikh Ahmed al-Tayeb, ha dejado de estar en la mente fantasiosa de un creativo de publicidad y ha pasado a la historia, sobre todo, porque el pacto amistoso, el gesto de cercanía ha ocurrido en la península arábiga, cuna del islamismo y tierra que ningún otro Papa antes tocó.
El pontífice llegó este domingo invitado a participar a la conferencia de ‘Fraternidad Humana’ que logró reunir a 700 representantes de diferentes religiones en el marco del ‘Año de la Tolerancia’ que lidera los Emiratos Árabes, país que se ufana de tener una gran variedad de creencias y razas viviendo pacíficamente en su territorio.
Este lunes el Papa se reunió con el Imán Sheikh Ahmed al-Tayeb con el que firmo un acuerdo global de paz,fraternidad y mutuo respeto.“Declaramos resueltamente que las religiones nunca deben incitar a la guerra, las actitudes odiosas, la hostilidad y el extremismo, ni deben incitar a la violencia o al derramamiento de sangre. Estas realidades trágicas son la consecuencia de una desviación de las enseñanzas religiosas”, quedó consignado en la declaración que quedó sellada con el beso que los dos líderes compartieron y con una promesa que parece incluso desafiar lo religioso.
La visita del papa Francisco a este país no ha estado, sin embargo, desprovista de fuertes críticas, una vez que, justamente, los Emiratos Árabes Unidos y su vecina Arabia Saudita son aliados clave del gobierno yemení, que se encuentra en una guerra contra los rebeldes respaldados por Irán que ha empujado a Yemen a una tragedia humanitaria en donde se calcula según Naciones Unidas que más de 10,000,000 de personas están al borde del hambre.
En su alocución de este lunes, el papa Francisco se refirió a lo que está ocurriendo en la región cuando afirmó que todos los líderes religiosos tienen el “deber de rechazar cada matiz de aprobación de la palabra guerra… Estoy pensando en particular en Yemen, Siria, Irak y Libia”. El martes, el sumo pontífice está programado para celebrar una misa al aire libre para 135,000 personas de los millones de residentes católicos del país musulmán, que será la reunión pública más grande que ocurre en este estado del Golfo Pérsico.
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