La Marcha del Orgullo Gay en México mostró este sábado cuánto ha avanzado en la reivindicación de sus derechos con una multitudinaria marcha hasta la plaza principal de la capital de un país en que persisten los crímenes de odio hacia sus integrantes.
Ondeando banderas arcoíris que simbolizan la diversidad sexual, alrededor de 65.000 personas, muchas de ellas luciendo disfraces, partieron poco después del mediodía desde el representativo monumento conocido como Ángel de la Independencia hacia la Plaza de la Constitución, conocida como Zócalo, en el centro de la Ciudad de México.
Como en otros países, la marcha del Orgullo LGBT (de lesbianas, gais, bisexuales y transgéneros) conmemora el aniversario 50 de los enfrentamientos que siguieron a la redada policial del 28 de junio de 1969 en el bar gay Stonewall Inn en Nueva York.
Las protestas que siguieron a la operación son ampliamente consideradas uno de los eventos fundacionales del movimiento por los derechos de los homosexuales en Estados Unidos y, posteriormente, en otras partes del mundo.
Pero en México la conmemoración tuvo un significado adicional por coincidir con el aniversario 41 del inicio del movimiento por la defensa de los derechos de las personas homosexuales en el país en 1978, cuando un pequeño contingente se sumó a la marcha para repudiar la represión gubernamental contra estudiantes de 1968.
El número 41 tiene en el país una connotación negativa asociada a la discriminación contra los homosexuales porque evoca un suceso ocurrido el 18 de noviembre de 1901 en Ciudad de México, cuando la policía acudió a un inmueble en que se llevaba a cabo una fiesta privada, al parecer por quejas de los vecinos sobre el ruido excesivo.
A la fecha, la legislación de Ciudad de México y los estados de Coahuila, Campeche, Chihuahua, Colima, Michoacán, Morelos, Nayarit, Hidalgo, Quintana Roo y Baja California Sur reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En otros estados como Chiapas, Jalisco, Nuevo León, Baja California y Puebla se acepta el matrimonio igualitario por orden de la Suprema Corte.
Las personas homosexuales que desean contraer matrimonio en otros estados deben promover un juicio de amparo, pero el procedimiento es engorroso e implica tiempo.
Asimismo, la violencia contra la comunidad LGBT está aún lejos de desaparecer, y México es el segundo país de Latinoamérica donde se cometen más crímenes de odio por homofobia, después de Brasil.
De acuerdo con el informe “Violencia extrema. Los asesinatos de personas LGBT en México: Los saldos del sexenio 2013-2018”, de la organización civil Letra S, de enero de 2013 a diciembre de 2018, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, la cifra de víctimas ascendió a 473.
Con información de medios nacionales
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