El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó este lunes que la reforma de las pensiones “era necesaria” para evitar la acumulación de los déficit y propuso un nuevo “pacto social” para mejorar las condiciones de los trabajadores.
En una intervención televisada en medio de la crisis política por la aprobación de esa reforma, Macron insistió en que los cambios aprobados por su Gobierno eran la única respuesta posible ante el aumento progresivo del número de jubilados y de la esperanza de vida.
La reforma de pensiones de Macron retrasa la edad de jubilación de los trabajadores en Francia, quienes tendrán que laborar durante dos años más para seguir cotizando y tener acceso a una pensión. La edad jubilación pasa de los 62 a 64 años con la entrada en vigor del proyecto.
El gobierno sostiene que exigir que se trabaje dos años más para poder reclamar una pensión es una medida necesaria para mantener el sistema a flote ante el envejecimiento de la población. Los contrarios a la medida propusieron subir los impuestos a las rentas más altas o a las empresas, y apuntaron que el cambio amenazaba la red de beneficios sociales peleados durante años.
Con información de medios nacionales
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