La tarde del jueves 3 de septiembre se llevó a cabo un evento en el que el Estado mexicano ofreció disculpas públicas a los familiares y víctimas de la matanza de Acteal.
Durante la ceremonia, encabezada por la Secretaría de Gobernación y familiares de las víctimas, se suscribió un acuerdo de solución amistoso para la reparación del daño tras la masacre ocurrida el 22 de diciembre de 1997 en la comunidad chiapaneca, donde murieron 45 indígenas tzotziles.
Por su parte, Fernando Luna, sobreviviente y representante de las víctimas, aceptó la disculpa porque “no solo reconoce que el Estado mexicano fue incapaz de proteger a la población de Acteal, sino además reconoció y asumió la responsabilidad por acción u omisión de los paramilitares que perpetraron la masacre”.
Jesús Ramírez, coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, compartió, por medio de su cuenta de Twitter, una imagen de la ceremonia.
El actual Gobierno mexicano firmó este jueves un acuerdo de solución amistosa frente a la CIDH en el que pide disculpas y se compromete a entregar compensaciones económicas a las víctimas, así como entregar becas y apoyos a la vivienda, y mejorar la infraestructura hidráulica y hospitalaria de la comunidad.
Este acuerdo engloba a 18 fallecidos y 12 supervivientes, puesto que el resto prefirió esperar a que la CIDH emita el informe definitivo sobre la masacre.
El subsecretario Encinas definió la matanza como un “suceso doloso e indolente” y lamentó que el Estado mexicano “pretendió ocultar esta tragedia alterando incluso la escena del crimen para criminalizar a las propias víctimas”.
Además, celebró que quedó desacreditada la versión del Gobierno de entonces de que la masacre había sido fruto de enfrentamientos entre indígenas por un conflicto religioso y de tierras.
Con información de medios nacionales
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