Los oficiales de policía se arrodillaron durante una manifestación en respuesta a la reciente muerte de George Floyd, un hombre desarmado que murió mientras era arrestado y sujetado al suelo por un oficial de policía de Minneapolis.
Los participantes también se arrodillan durante una manifestación en Coral Gables, Florida, después de varios enfrentamientos y las principales ciudades impusieron toques de queda cuando Estados Unidos vivió otra noche de disturbios.
Los disturbios se concentraron en la zona del Downtown y de Overtown, dos de los barrios situados en el centro de la ciudad.
Los manifestantes, que coreaban consignas como “que le jodan a la policía”, “que le den a Donald Trump o “arrondíllense”, incendiaron varios vehículos de policía y destrozaron mobiliario urbano frente a policías antidisturbios.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, declaró el toque de queda desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana, y lo mismo hizo el alcalde de la ciudad, Francis Suárez.
Al igual que otras ciudades como Nueva York, Washington, Atlanta y Mineapolis, Miami fue escenario el sábado de diversas concentraciones para protestar por el excesivo uso de fuerza de un oficial de policía que acabó con la vida de Floyd.
Lo que comenzó alrededor de las 16:00 hora local (20:00 GTM) como una concentración pacífica horas más tarde derivó en enfrentamientos entre un puñado de manifestantes y la policía.
Algunos de los residentes de la zona aplaudieron a los cuerpos de seguridad desde su balcones una vez que la multitud fue dispersada.
Una escena que se contrastó con los fuegos artificiales que iluminaron la noche de Miami horas antes en honor a los trabajadores sanitarios que siguen haciendo frente a la pandemia del coronavirus.
Las concentraciones pacíficas de esta tarde fueron convocadas por Save the Kids y Dreams Defenders, entre otras organizaciones civiles.
Después de una de ellas, en el parque Antorcha de la Amistad, en el en Bayfront Park del Downtown (centro) de Miami, los manifestantes con mascarillas y no siempre guardando la distancia establecida de 1.80 metros por la pandemia de COVID 19 caminaron luego hasta una estación de Policía cercana.
Con información de medios internacionales
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