Tras un retraso de varias horas por la dimisión de dos jurados y con el tiempo que se tomaron para reemplazarlos, inició el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, en una corte de Nueva York.
Pasado el mediodía, la fiscalía presentó las acusaciones, subrayando los señalamientos relacionados con la droga, el dinero obtenido a través de ella, la violencia, los homicidios y las actividades que “envenenaron a la sociedad estadounidense”.
En su momento, el abogado del acusado pidió al jurado mantener una mente abierta y ver a Joaquín Guzmán “con otra luz”. Advirtió que Guzmán Loera “no fue líder del cártel, sino un subordinado que seguía instrucciones del verdadero jefe”, que es, dijo Ismael “El Mayo” Zambada.
De acuerdo con Jeffrey Lichtman, en 1993, a raíz del asesinato del Cardenal Posadas, a manos de los hermanos Arellano Félix, Joaquín “El Chapo” Guzmán se volvió “chivo expiatorio” de las autoridades.
Sin ofrecer pruebas al respecto, Lichtman aseguró que el cartel de Sinaloa pagó millonarios sobornos al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, y a su antecesor Felipe Calderón.
El abogado aseguró al jurado que Zambada sigue prófugo porque pagó cientos de millones de dólares en sobornos.
Tras estos señalamientos, el expresidente Felipe Calderón respondió en su cuenta de Twitter: “Son absolutamente falsas y temerarias las afirmaciones que se dice realizó el abogado de Joaquín “el Chapo” Guzmán. Ni él, ni el cártel de Sinaloa ni ningún otro realizó pagos a mi persona”.
También en Twitter, Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia de la República, indicó que el gobierno de Enrique Peña Nieto “persiguió, capturó y extraditó al criminal Joaquín Guzmán Loera. Las afirmaciones atribuidas a su abogado son completamente falsas y difamatorias”.
Con información de medios Nacionales
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