La supuesta secuestradora murió tras ser rescatada por las autoridades y trasladada a un hospital.
Una mujer perdió la vida el jueves en un acto de linchamiento perpetrado por residentes de Taxco, en el Estado de Guerrero, al sur de México. Se la señalaba como la principal sospechosa del secuestro y homicidio de Camila Gómez, una niña de ocho años. El ataque a golpes contra la presunta secuestradora y dos cómplices fue registrado por cámaras de medios de comunicación. A pesar de ser asistida por policías y miembros de la Guardia Nacional y ser trasladada a un hospital, la mujer falleció. Se informa que los otros dos sospechosos también fueron ingresados al hospital tras el incidente.
El linchamiento ocurrió luego de que numerosos habitantes bloquearan la avenida principal de la ciudad, de 105,000 habitantes, y se reunieran frente a la residencia de la mujer exigiendo su detención. A pesar de la falta de una orden de arresto por parte de los agentes ministeriales, quienes explicaron su incapacidad para proceder con el arresto, los manifestantes tomaron la justicia en sus manos. Rompieron el cerco de alrededor de veinte policías y sacaron a los sospechosos de la vivienda, agrediéndolos brutalmente.
El alcalde, Mario Figueroa, aseguró que los detenidos serán entregados a las autoridades correspondientes. La pequeña Camila Gómez fue reportada como desaparecida el miércoles y encontrada sin vida la madrugada del jueves. Las primeras versiones sugieren que fue secuestrada por una pareja en un taxi en un callejón. Tras el descubrimiento, vecinos y conocidos de la víctima iniciaron la protesta.
Figueroa atribuyó el linchamiento a la falta de suficiente personal policial y apoyo estatal. También mencionó que parte de los agentes estaban destinados a una procesión de Semana Santa. A pesar de la crisis de inseguridad y violencia, el alcalde descartó cancelar los festejos religiosos, destacando la presencia de turistas en la ciudad.
En enero, Taxco fue afectado por el crimen organizado, lo que llevó a la suspensión del transporte público, cierre de escuelas y comercios debido a amenazas. Este año también se han reportado asesinatos de policías, secuestros de periodistas y trabajadores municipales, así como un atentado contra Figueroa. A pesar de esto, el político afirmó que la situación se había normalizado y pidió más apoyo gubernamental estatal y federal para controlar la seguridad.
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