Después de la renuncia de Luis Enrique Orozco como gobernador interino, el parlamento estatal, controlado por la oposición, ha dado la aprobación definitiva al político de Movimiento Ciudadano, Samuel García, para regresar a su cargo, poniendo fin a la crisis de los últimos días en Nuevo León. La batalla entre los dos gobernadores ha concluido con la aprobación del regreso de Samuel García por parte del Congreso estatal este lunes.
En un acuerdo de último minuto, Luis Enrique Orozco anunció su renuncia como gobernador interino, argumentando la falta de condiciones y la necesidad de preservar la gobernabilidad en la entidad. En una sesión que duró menos de 20 minutos, los diputados neoloneses aprobaron por unanimidad la renuncia del sustituto y, acto seguido, por mayoría de votos, la reincorporación de Samuel García como gobernador electo, quien declinó la licencia de seis meses para contender como candidato a la presidencia de México. Con esto, se pone fin a la crisis política vivida en el Estado norteño en los últimos días.
El presidente del Congreso, Mauro Guerra, anunció que Luis Enrique Orozco tomó la decisión de apartarse en un acto de compromiso con Nuevo León y para permitir el regreso de Samuel García, contando con el aval de la Suprema Corte de Justicia. A pesar de aceptar el traspaso de poderes al anterior en el cargo, Guerra responsabilizó a García de la tensión vivida en el Estado durante la última semana.
Orozco y García tienen programada una reunión para este mismo lunes. El exvicefiscal niega que haya sido parte de una negociación a cambio de algún beneficio, cargo o posición de elección popular. La oposición bloqueó inicialmente la designación de un sustituto afín mientras García se ocupaba de la precampaña, desencadenando días de incertidumbre. A pesar de que García anunció su regreso para desbloquear la situación, la situación se complicó cada vez más. El PAN y el PRI, con mayoría en el Congreso de Nuevo León, nombraron a Luis Enrique Orozco como gobernador interino.
A pesar de que el Tribunal Electoral favoreció a García al señalar que su sustituto debía ser de MC para dar continuidad al gobierno, la Suprema Corte avaló el nombramiento y ordenó que Orozco jurara el cargo como gobernador interino. La respuesta de García fue abandonar formalmente la carrera presidencial, renunciar a la licencia y atrincherarse en el Palacio de Gobierno.
Durante el fin de semana, dos gobernadores reclamaron su posición en Nuevo León: el electo por las urnas, que sostenía que una vez renunciada su licencia ya estaba autorizado a regresar; y el sustituto, respaldado por la Suprema Corte. López Obrador acusó a la oposición de sabotear a García, calificando de “golpe de Estado” la posible caída del gobernador electo en favor del sustituto. Finalmente, Orozco se apartó y la situación se resolvió.
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