Un individuo en Estados Unidos enfrenta acusaciones de asesinato y delitos de odio tras apuñalar mortalmente a un niño de seis años debido a su fe musulmana. Joseph Czuba, de 71 años, está siendo acusado por el asesinato de Wadea Al-Fayoume y por herir gravemente a su madre, Hanaan Shahin, en Plainfield, Illinois. El agresor era el propietario de la vivienda que ambas víctimas alquilaban, y aparentemente los atacó debido a sus creencias religiosas, así como por el conflicto en curso entre Hamás e Israel.
El presidente Joe Biden expresó su repugnancia por el ataque, señalando que “este horrible acto de odio no tiene cabida en EE.UU. y va en contra de nuestros valores fundamentales: libertad sin miedo por cómo oramos, lo que creemos y quiénes somos”.
Hanaan Shahin, de 32 años, fue atacada por el propietario, quien portaba un cuchillo de estilo militar con una hoja de 18 cm. Logró llamar a la policía desde el baño después de sufrir más de una docena de puñaladas, pero se espera que sobreviva. Su hijo, Wadea, fue apuñalado más de dos docenas de veces en el ataque y lamentablemente falleció en el hospital. El pequeño había celebrado su sexto cumpleaños apenas unas semanas antes.
Las víctimas, de origen palestino-estadounidense, fueron encontradas en un dormitorio cuando los agentes llegaron al lugar, que se encuentra aproximadamente a 64 kilómetros al suroeste de Chicago. Czuba, el agresor, estaba sentado en el suelo con un corte en el rostro fuera de la propiedad. Fue trasladado al hospital para recibir tratamiento antes de ser interrogado por los detectives. Posteriormente, enfrentó cargos de asesinato en primer grado, intento de asesinato en primer grado, delitos de odio y agresión agravada.
Aunque no realizó ninguna declaración, los detectives lograron identificar un posible motivo para el crimen. La oficina del sheriff del condado de Will afirmó que ambas víctimas fueron atacadas debido a su fe musulmana y a la situación en curso en Oriente Medio, involucrando a Hamás e Israel. El Departamento de Justicia también inició una investigación federal por delitos de odio.
Tanto la vicepresidenta Kamala Harris como el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, condenaron el ataque y los crecientes incidentes de odio. “No existe ningún mundo humano que pueda y deba tolerar el asesinato de un niño inocente debido a su identidad”, declaró Mayorkas. Además, enfatizó la importancia de poner fin al odio en medio de los trágicos eventos en Medio Oriente.
La organización Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR) indicó que Wadea había nacido en Estados Unidos, mientras que su madre llegó al país desde Beitunia, en Cisjordania, hace 12 años. En una conferencia de prensa, el director ejecutivo de la oficina de Chicago de CAIR, Ahmed Rehab, lamentó la atmósfera de odio y otredad que, según él, prevalece en Estados Unidos y que contribuyó a esta tragedia.
La comunidad local expresó su incredulidad ante el violento ataque, subrayando que la violencia contra un niño inocente es inaceptable, sin importar las circunstancias. Los vecinos, sorprendidos por la brutalidad del acto, expresaron su conmoción y su apoyo a la familia afectada.
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