En 2013, Robbie Williams se dejó llevar por la vanidad y se puso unos injertos de pelo que en realidad no necesitaba.
En 2013, mientras aún vivía en Los Ángeles, Robbie Williams se dejó llevar por la vanidad y se puso unos injertos de pelo que en realidad no necesitaba, pero la situación comenzó a cambiar dramáticamente en 2020 cuando se dio cuenta de que su tupé ya no era tan frondoso como antes.
Hace poco el cantante británico se rapó la cabeza con ayuda de su esposa y ahora reveló que lo hizo en gran parte porque la calvicie ya empezó a ganarle la batalla.
“Estoy perdiendo el pelo. Cada vez que me da la luz desde arriba, parece las pompis de un bebé. Fui a hacerme un nuevo trasplante, pero me dijeron: ‘Malas noticias, tu cabello es tan fino que no podemos sacar los injertos de ahí. No serviría de nada'”, explicó en declaraciones al periódico The Sun.
En un primer momento, el antiguo componente de Take That se negó a tirar la toalla y desembolsó “una pequeña fortuna” por dos viales de inyecciones que en teoría iban a ayudarle a recuperar volumen y densidad capilar.
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