Rick Gates, ex asesor de la campaña presidencial de Donald Trump, admitió haber cometido fraude bancario y fiscal junto al que fuera su mentor,Paul Managort.
Esta es la primera confesión en un juicio de un miembro del equipo electoral de Donald Trump.
Gates está considerado como el testigo más importante en el juicio que se desarrolla en la corte del distrito este de Virginia contra Manafort.
Paul Manafort está acusado de 18 cargos de fraude y, que entre junio y agosto de 2016 dirigió la campaña de Trump.
Manafort y Gates se entregaron al FBI el 30 de octubre de 2017 y se declararon no culpables de los cargos que presentó en su contra el fiscal especial Robert Mueller.
En febrero Gates traicionó a su maestro al firmar una declaración de culpabilidad y acceder a colaborar con Mueller.
Preguntado por el equipo de Mueller sobre si participó en alguna actividad criminal con Manafort, Gates respondió: “Sí”.
De esa forma, Gates reconoció que él y Manafort asesoraron a Gobiernos extranjeros y otros oligarcas rusos a mejorar su imagen sin comunicárselo a las autoridades.
Esta actividad constituye un delito en Estados Unidos.
Por esas asesorías, Manafort recibió en Ucrania 60 mdd, que supuestamente oculto en empresas fantasmas y en cuentas bancarias en el extranjero.
Gates y Manafort tenían 15 cuentas bancarias en otros países y aseguró que no las declaró al fisco estadounidense.
Además, admitió una gran cantidad de crímenes, desde falsificar sus declaraciones de impuestos hasta lavado de dinero.
Incluso, Gates reconoció que robó a Manafort haciéndole creer que había incurrido en una serie de gastos por actividades de consultoría.
La defensa de Manafort ha intentado retratar a Gates como el verdadero cerebro tras los crímenes.
Si es declarado culpable, Manafort podría pasar el resto de su vida en prisión.
Con información de EFE
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