Fecha de hoy24 noviembre, 2024

Regresan a México 280 piezas arqueológicas.

Estados Unidos devolvió a México este martes 280 piezas arqueológicas que fueron decomisadas cuando intentaban cruzar ilegalmente la frontera de ambos países tras ser saqueadas de diversos sitios arqueológicos, informó la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Las piezas corresponden a dos lotes, el primero decomisado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en 2012. Tras el decomiso la agencia migratoria estadunidense coordinó la revisión de los bienes culturales y su identificación con el Gobierno de México a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Fueron entregadas a México en un acto realizado, bajo un estricto protocolo de sanidad por la pandemia de covid-19, en las instalaciones del Consulado General de México en Nogales, Arizona.

El primer lote consta de 270 piezas arqueológicas prehispánicas, en su mayoría artefactos de piedra tallada, principalmente puntas de proyectil y bifaciales, así como herramientas de lítica pulida que, específicamente, son hachas de piedra con un canal pulido que les permitía quedar sujetas a un palo o mango, se explicó.

“Resulta notable un grupo de cascabeles de cobre cuya ocurrencia o descubrimiento es poco común. Estos bienes arqueológicos fueron sustraídos de diversos sitios arqueológicos del estado de Sonora”, detalló la cancillería en una tarjeta informativa.

Mientras tanto, el segundo lote corresponde a diez artefactos entregados por el Chandler Museum al ICE, para su reintegración a nuestra nación.

En este segundo lote destacan, según las autoridades, algunas figuras antropomorfas de cerámica de la cultura Tumbas de Tiro del occidente de México.

“Algunas superan los 30 cm de altura y presentan notables detalles de ornamentación y adorno de los antiguos pobladores del México prehispánico”, explicó Relaciones Exteriores.

Durante la entrega de las piezas arqueológicas la cónsul general de Estados Unidos en Nogales, Sonora, Laura Biedebach destacó el tratado de colaboración bilateral vigente sobre bienes arqueológicos y culturales.

“Hace 50 años, nuestros países firmaron el tratado de colaboración para la recuperación de bienes arqueológicos y culturales robados. En virtud de este convenio hemos trabajado estrechamente en devolver los bienes que han sido sustraídos ilegalmente del país al que pertenecen, hoy ese trabajo rinde frutos y podemos celebrar estas acciones. El Gobierno de los Estados Unidos seguirá colaborando con todas las agencias y a través de las fronteras, manteniendo su compromiso de frenar el robo y tráfico del patrimonio cultural”, abundó al respecto.

Mientras tanto, desde la Ciudad de México, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto celebró la repatriación de las piezas correspondientes a culturas originarias, la cual, dijo, “es muestra del trabajo cotidiano y coordinado que realizan las instituciones del Gobierno de México y del compromiso compartido con el Gobierno de los Estados Unidos en favor de la recuperación, la protección y el respeto al patrimonio cultural, histórico y arqueológico de nuestros pueblos”.

El antropólogo del INAH, José Luis Perea González adelantó que “una vez en territorio mexicano y bajo custodia del INAH, los bienes arqueológicos muebles serán inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, para lo cual será necesario su análisis y catalogación”.

Detalló que este proceso implica recuperar la mayor cantidad de datos de las piezas que, aunque lamentablemente su contexto de origen fue destruido por los contrabandistas de los que no se conocen más detalles, permitirán aprender más sobre las sociedades que las manufacturaron y poner al alcance del público los datos que se registren.

Finalmente, el cónsul general de México en Nogales, Arizona, Ricardo Santana Velázquez, reiteró que México y Estados Unidos son “aliados de la cultura de la legalidad, por lo que hoy refrendamos nuestra vocación de buenos vecinos, ante el cumplimiento de un tratado suscrito en 1970”.

El embajador Santana agradeció la voluntad de ambos países para combatir el tráfico ilícito que ocurre en la frontera, así como el trabajo de investigación, autentificación y procesos administrativos necesarios.

Fuente: Milenio

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