Con 14 semanas de gestación, Alma Quintero recibió la peor noticia que una madre podría escuchar, su médico le recomendó detener el embarazo, debido a que su bebé presentaba espina bífida, un defecto embrionario en la espina dorsal que causa hidrocefalia, discapacidad motora y daño neurológico.
Pero no perdió la esperanza y tras consultar a diversos especialistas, llegó hasta el doctor Rogelio Cruz Martínez del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer en Querétaro, quien logró salvar la vida de Iker, su bebé, y revertir el daño, por medio de una microcirugía fetal de mínima invasión, una innovación a nivel mundial que el investigador desarrolló junto con su equipo de médicos en aquella entidad.
“En 2011 empezaron estas cirugías en diferentes partes del mundo, se abre el útero 10 centímetros como si fuera cesárea, se expone la columna del bebé y los neurocirujanos hacen la reparación en ese momento. En estos 10 años hemos tenido a bien la innovación de hacer una cirugía diferente, es una nueva técnica de cirugía que hemos llamado microneurocirugía fetal, es la misma técnica descrita hace 10 años, pero la podemos hacer ahora, desde una apertura del útero tan pequeña como 1.5 centímetros”, explicó el doctor Rogelio Cruz Martínez.
La microneurocirugía fetal es una técnica totalmente desarrollada por el equipo mexicano del Centro de Cirugía Fetal de Querétaro; a finales de febrero fue publicada en “Fetal Diagnosis and Therapy”, la revista de mayor prestigio internacional en la materia. Hasta la fecha, el equipo ha realizado 80 cirugías fetales, de las cuales, en las últimas 65 operaciones ya han aplicado su técnica de mínima invasión.
“Estos niños, con una espina bífida abierta grave, el cien por ciento de ellos tendría hidrocefalia al nacer y daño neurológico, este riesgo se disminuye a un 10 por ciento con la técnica de cirugía fetal, hemos tenido solamente 1 de cada 10 niños que necesitan, que desarrollan la hidrocefalia y necesitan tratamiento, porque ya vienen referidos tarde, entre más precoz se haga tendrá más tasa de éxito”, refirió.
Iker, el bebé de Alma Quintero fue operado a la semana 25 de gestación “ya con los días contados” para que los médicos lograrán revertir el daño. Fue el primer caso a nivel nacional, tratado mediante esta técnica.
“Después de esa cirugía el bebé todavía siguió su gestación y nació hasta la semana 38 muy bien; no necesitó válvula, él desechó el agua que había en su cerebro, había movilidad en sus piernas, y al tercer día de nacido, empezó a recibir sus terapias, siempre al pendiente sus doctores hasta el día de hoy”, señaló Alma Quintero Mercado, madre de Iker quien hoy tiene 4 años de edad.
Relató que el niño requirió terapia, misma que recibió en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón de Sonora, donde actualmente reside.
“Lo dejaron caminando con andador; ahorita está en una clínica privada y son los que nos han dado un paso gigantesco, ya dejó la andadera, está con muletas de abrazadero, pues primero Dios las va a dejar. El diagnóstico es favorable, el niño es muy inteligente”, dijo la madre.
De acuerdo con el Dr. Cruz Martínez, la espina bífida es la principal causa de discapacidad en México y la causa número uno de ingreso a centros de rehabilitación como el Teletón.
“Se estima que nacen 3 niños al día con espina bífida en México, tenemos 25 mil niños con espina bífida por año, si tuviéramos más centros de cirugía fetal necesitaríamos menos centros de rehabilitación”, señaló el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III del Conacyt.
Indicó que la ausencia de la ingesta de ácido fólico desde dos meses antes de quedar embarazada es una de las causas que provocan la espina bífida; además de que se ha comprobado de que “a nivel étnico tenemos mayor riesgo los mexicanos que otras poblaciones”; sumado a la alta tasa de nacimientos.
“La espina bífida afecta a muchos bebés, es un defecto a nivel de la columna que ocurre en muchos bebés de forma inesperada y que además les presenta un alto riesgo de disfunción motora de sus extremidades, porque todo el tejido nervioso está expuesto porque no hubo un adecuado cierre de su columna, que va ocasionando daño motor; es como un huevo por donde se pierde el líquido y eso con el tiempo son niños que desarrollan hidrocefalia y daño neurológico desde la etapa prenatal”.
Por ello, es que hace 4 años, Rogelio Cruz inició en México el programa de corrección intrauterina de espina bífida en México, dentro del centro de referencia nacional para Cirugía Fetal localizado en Querétaro.
El programa nació en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de Querétaro, donde se fundó el primer centro nacional para atención gratuita de estos casos, pero debido a la pandemia de covid-19, el hospital fue reconvertido en unidad covid, por lo que el Dr. Rogelio Cruz y su equipo continuaron con las cirugías en el Hospital San José de la misma entidad, con el apoyo de la Fundación de Medicina Fetal México A.C.
El especialista destacó que en Estados Unidos y Europa, el costo de una cirugía como esta asciende a los 30 mil dólares; mientras que en México “a nivel partícula costaría cerca 10 mil dólares, unos 200 mil pesos el costo real de un tratamiento, por eso es que no estaría al alcance de toda la población si no tuviéramos la fundación detrás”.
El programa ya cuenta con una red de médicos en países de Latinoamérica, como Nicaragua, Honduras, Ecuador, Colombia, Perú y Argentina; además de que el equipo está entrenando a médicos del país.
Las familias de bajos recursos que lo requieran, pueden solicitar el apoyo de la Fundación Medicina Fetal México, A.C. para realizar los ultrasonidos, la cirugía fetal y dar seguimiento a cada caso, mediante consultas y terapias físicas de sus bebés, por lo que pueden consultar el sitio de la fundación: www.fundacionmfm.com para obtener mayores informes.
Fuente: Milenio
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