Miles de israelíes ultraortodoxos abarrotaron, el domingo 31 de enero de 2021, el funeral de un prominente rabino en Jerusalén, ignorando la prohibición de realizar grandes reuniones públicas debido a la pandemia de coronavirus.
La procesión fúnebre del rabino Meshulam Soloveitchik, quien murió a los 99 años, se abrió paso por las calles de Jerusalén en un muestra más de rechazo de los israelíes ultraortodoxos a las restricciones impuestas debido al coronavirus.
La policía calculó que más de 10 mil personas se unieron a la procesión y afirmó haber emitido decenas de multas por no cumplir con las reglas del confinamiento.
El fenómeno ha socavado la agresiva campaña de vacunación y ha amenazado con perjudicar al primer ministro Benjamin Netanyahu en las elecciones de marzo.
Uno de sus rivales lo ha acusado de negarse a presionar a los ultraortodoxos porque ansía los votos de ese sector.
Multitudes densamente apiñadas se reunieron frente a la casa del rabino, ignorando las restricciones sobre reuniones al aire libre de más de 10 personas. Muchos no traían máscaras.
Un puñado de policías bloquearon las intersecciones al tráfico para permitir el paso de los participantes, pero no parecieron tomar medida alguna contra la aglomeración.
Los medios israelíes dijeron que Soloveitchik, un destacado erudito religioso, tuvo recientemente COVID-19.
El Ministerio de Salud de Israel ha registrado más de 640 mil casos confirmados del coronavirus y al menos 4 mil 745 muertes desde el inicio de la pandemia.
Israel ha promediado recientemente más de 6 mil casos de coronavirus diarios, una de las tasas de infección más altas del mundo en desarrollo.
Al mismo tiempo, Israel ha vacunado a más de 3 millones de sus ciudadanos, también una de las tasas per cápita más altas del mundo.
Los expertos en salud dicen que tomará varias semanas para que la campaña de vacunación tenga un efecto sobre las tasas de infección y hospitalización, pero los grandes funerales públicos como el de Soloveitchik en Jerusalén, y de un prominente jeque árabe asesinado en Jaffa la semana pasada, han frustrado los esfuerzos para prevenir la propagación de la enfermedad.
Un número desproporcionado de casos de coronavirus en Israel se encuentra dentro de la minoría ultraortodoxa del país. La comunidad estrictamente religiosa, que representa alrededor del 11% de los 9.2 millones de habitantes de Israel, ha representado alrededor del 40% de los nuevos casos.
Con información de medios internacionales
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