A principios del 2020, un equipo de científicos sorprendió al mundo con la construcción de milimétricos “robots vivos”. Los avances continúan, investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong crearon una réplica artificial más precisa que existe de un ojo humano. Por primera vez en la historia, el diseño robótico copia la estructura de la retina presente en este órgano. Además de tratarse de un invento totalmente autónomo que funciona con energía procedente de la luz solar y ofrece un ángulo de visión 130 grados, sólo 30° menos que el ojo humano.
Durante mucho tiempo la ciencia tuvo dificultades para crear robóticos con la forma de los ojos humanos por lo que en su totalidad se adoptaban formas planas como las de los lentes de las cámaras. El modelo diseñado por la Universidad de Hong Kong resolvió los obstáculos al hacer uso de una retina hemisférica, con una membrana de óxido de aluminio compuesta por sensores fotosensibles de alta densidad y de tamaño nanométrico.
La forma de cúpula de la retina natural reduce la difusión de la luz que se filtra por el lente, lo que mejora el enfoque. El modelo de ojo biónico diseñado tiene un tamaño de unos dos centímetros de diámetro y proporciona un rango de visión de 100 grados, frente a los 130 de un ojo humano estático.
El interior está compuesto por un líquido iónico con el que mejora la conectividad y el dispositivo está conectado por la parte trasera por cables de metal líquido. La energía la obtiene a través de la luz solar, debido a los nanocables sensibles, que utiliza, a la luz fabricados con un material llamado ‘perovskite’, utilizado para los paneles solares. De esta forma, cada nanocable puede obtener energía solar para el ojo biónico.
De acuerdo con las pruebas preliminares, este diseño logró que el ojo biónico “viera” las letras E, I, e Y al ser capaz de reconstruir imágenes que se presentaron ante él. Según los científicos, el dispositivo tiene una velocidad razonable de respuesta, un bajo límite de detección y un amplio campo de visión.
El artefacto tiene la capacidad de detectar imágenes al reconstruir patrones proyectados en él, como un ojo cuando ve, si bien con menor resolución. El beneficio de este nuevo sistema engloba un amplio panorama de aplicaciones tecnológicas que van desde la robótica hasta mejorar la visión en las personas, según exponen los autores en el artículo divulgado en la revista Nature.
Fuente: Milenio
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