Al menos 11 militares de la Armada y la Aviación de Venezuela fueron detenidos esta semana señalados de estar implicados en un supuesto complot contra el gobierno de Nicolas Maduro, acciones que son vistas por analistas y activistas de derechos humanos como una “cacería de brujas” que habrían emprendido las autoridades luego de las elecciones para enfrentar el malestar en los cuarteles.
Las detenciones fueron informadas por Alfredo Romero, director ejecutivo de la organización humanitaria local Foro Penal, quien indicó en su cuenta de Twitter que los tribunales militares capitalinos ratificaron el martes los arrestos de algunos de los uniformados a los que solo se les permitió tener defensores públicos.
Las aprehensiones ocurrieron entre el 20 y 21 de mayo en medio de las elecciones en las que el presidente Nicolás Maduró logró la reelección para un período de seis años. Los oficiales fueron detenidos en el estado central de Aragua, donde funcionan algunas de las principales bases militares del país.
Las autoridades no han ofrecido hasta el momento comentarios sobre las capturas.
Rocío San Miguel, presidenta de la organización Control Ciudadano para la Seguridad, que se dedica al estudio de los temas militares, atribuyó los recientes arrestos a una “cacería de brujas” que se habría iniciado en las fuerzas armadas a partir de las elecciones presidenciales.
“Maduro se siente inestable y su principal amenaza no proviene de la oposición ni del imperio”, dijo San Miguel en su cuenta de Twitter al asegurar que el gobierno se siente amenazado por los militares quienes se han visto afectados por la crisis política, social y económica del país suramericano.
El abogado Alonso Medina Roa, defensor de algunos de los oficiales detenidos, manifestó preocupación por los arrestos ocurridos en las últimas horas, y dijo en su cuenta de Twitter que esa situación podría reflejar la “fractura interna” que hay en la fuerza armada.
Dos días antes de los comicios, Maduro descartó la posibilidad de un golpe de Estado y dijo que el “imperialismo norteamericano” lo llama dictador para justificar una intentona. “No saben lo que sería la respuesta de la fuerza armada nacional bolivariana como un todo, con el pueblo, frente a alguna intentona de algún traidor”, expresó el mandatario en un encuentro con observadores internacionales.
Dos meses atrás, algunos medios locales reportaron la detención de un grupo de oficiales y sargentos, pero hasta el momento las autoridades no han ofrecido comentarios sobre esos casos.
Activistas de derechos humanos estiman que hasta la fecha han sido arrestados más de 120 militares, acciones que analistas atribuyen al descontento que hay en los cuarteles por la profunda crisis que azota a Venezuela.
En un reportaje que publicó recientemente la agencia The Associated Press (AP) algunos militares y sus familiares reconocieron la difícil situación económica y social que enfrentan los miembros de la fuerza armada, que ha llevado a varios miles a renunciar o desertar en los últimos meses.
Con información de AP
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