La salud de niños y jóvenes que viven en la Ciudad de México está en riesgo debido a su exposición permanente a los altos niveles de contaminación en el aire, lo que pudiera dar inicio a la enfermedad de Alzheimer.
Una investigación, que será publicada en la revista Environmental Research de abril, revisó 134 autopsias de residentes capitalinos, de entre 11 meses y 30 años de vida, y halló dos indicadores de la afección en 133 personas.
“Alteraciones de las proteínas tau, que aparece modificada químicamente respecto de la normal (con más fosfatos) y acumulaciones de la beta-amiloide. La acción de ambas desestructura la arquitectura del cerebro”, señala el estudio.
Según la investigación realizada por la periodista de ciencia Claudia Mazzeo, esto significa que “los jóvenes ya tienen la enfermedad de Alzheimer, porque las etapas preclínicas son muy cortas, y una vez que hay presencia de tau hiperfosforilada, la cadena de eventos no se detiene”.
Lo anterior, de acuerdo con las declaraciones de la toxicóloga Lilian Calderón-Garcidueñas, autora principal del estudio, investigadora de la Universidad de Montana y de la Universidad del Valle de México.
Reducir la contaminación, la solución.
El estudio también identificó individuos con el gen APOE4, que predispone al desarrollo de la enfermedad. “Quienes tenían el gen evidenciaron una aceleración de los marcadores de Alzheimer y mayor riesgo de cometer suicidio, probablemente debido a esa aceleración”, dice el trabajo, por lo que la autora enfatiza la necesidad de reducir la contaminación.
Especialista en anatomía patológica, neuropatología y patología ambiental, Calderón–Garcidueñas ya había demostrado en otro estudio publicado en 2019 en el Journal of Alzheimer’s Disease, que la exposición continua a los contaminantes atmosféricos afecta el rendimiento cognitivo de más de la mitad de los jóvenes residentes en ciudades mexicanas.
“Lo que llama la atención en el nuevo estudio es que en la niñez misma hayan encontrado proteínas específicas de Alzheimer, porque estamos acostumbrados a verlas en personas mayores de 60 años”, dijo María Laura Palumbo, de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA), Argentina, que investiga marcadores tempranos del déficit cognitivo leve, una patología que antecede al Alzheimer.
Fuente: Milenio
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