Descansará en un hotel del centro, hasta el próximo lunes
Con la mirada llena de alegría y un rostro en el que parece que los años no borran la sonrisa, Emma Morosinni, la abuelita peregrina, descansa en Querétaro durante su recorrido a la basílica de la virgen de Guadalupe, en la Ciudad de México.
A sus 94 años, decidió partir desde Monterrey hasta la Capital del país para visitar a la morenita del Tepeyac, pues le es devota y conoce la fe del pueblo mexicano.
Emma ha recorrido cientos de kilómetros, acompañada con su maleta, un sombrero para protegerse del sol, y su característico chaleco naranja, con ese que se distingue entre el andar de los vehículos en la carretera.
A lo largo de su recorrido, decenas de personas le dan agua y alimentos, pues el clima es cambiante y necesita estar en buen estado de salud; para ello, también recibe ayuda de protección civil de los municipios que recorre.
Aunque ha podido ver poco de Querétaro, sabe qué es un pueblo lleno de fe, y buscará asistir el domingo a la misa matutina que ofrecerá el obispo, Faustino Armendáriz.
Lo más difícil para ella es soportar el calor, por lo que revisa su presión y corazón cada dos horas, aunque esto no es impedimento para seguir llena de fe en su andar.
Ella está en un hotel del centro de Querétaro, donde descansará hasta el próximo lunes cuando en punto de las siete de la mañana emprenda su camino, a la Ciudad de México.
Deja un comentario