Fecha de hoy22 noviembre, 2024

Los premios MTV VMA 2024 coronan a Taylor Swift en su 40ª gala, en la que las mujeres tomaron el poder en el escenario

Las actuaciones de Karol G, Sabrina Carpenter, Chappell Roan, Anitta y Katy Perry dominaron la fiesta de los premios de vídeo más importantes del mundo al celebrar sus cuatro décadas.

Cuando la fórmula se repite y triunfa durante 40 años, por algo es. Desde 1984, la cadena MTV sabe con sus VMA (los premios a los mejores vídeos musicales del año, los más importantes del mundo en su categoría) cómo trasladar a los fans de la música global —aunque predominantemente estadounidense, es innegable— lo mejor de cada casa: voces potentes, espectáculo, grandes actuaciones, sorpresas (no muchas) y looks para el recuerdo.

Y, como lleva haciendo cuatro décadas, este miércoles por la noche (madrugada española; a partir de las cinco de la tarde, hora de Nueva York), llenó el escenario de música y del jaleo habitual de una cadena que, si no tan rompedora ni tan líder hoy como lo fue entre los ochenta y los dos mil, sigue siendo referente en la música global, sobre todo pop.

El UBS Arena de Elmont, en Nueva York, se llenó de fans y de artistas que disfrutaban entre copas (los camareros cargados de cócteles pasaban constantemente entre los cantantes) de las actuaciones de Eminem, que abrió la noche entre aplausos y rodeado de dobles igualitos a él, y de una veintena de artistas mientras se iban repartiendo premios. Taylor Swift era la más nominada, con 10 galardones, y se convirtió en la más galardonada, con seis.

Empezó a ganar desde el primer momento. Recogió el primero por el mejor vídeo con colaboración, gracias a Fortnight, con Post Malone, que también ganaría el de vídeo del año, el más importante de la noche. Al celebrarse los premios un 11 de septiembre recordó a las víctimas del atentado de 2001: “Al despertarme esta mañana en Nueva York, un 11 de septiembre, no he hecho más que pensar en lo que ocurrió hace 23 años, en todos los que perdieron a un ser querido y en todos a los que perdimos.

Y eso es lo más importante de hoy, y todo lo que ocurra esta noche está detrás de eso”.

Con permiso del siempre estupendo Lenny Kravitz (descamisado y con un bolero de plumas), de Shawn Mendes o de Rauw Alejandro, las mujeres fueron las indiscutibles reinas de la gala. Anitta, que se llevó por segundo año consecutivo el premio como mejor artista latina. Lisa, aunque sin Rosalía, cantó con soltura New Woman y Rockstar (premio a mejor tema de K-Pop).


El español se escuchó con Karol G, que montó una barra de bar en la playa con parejas bailando y se movió entre el público como pez en el agua con Si antes te hubiera conocido y trató de hacer que Taylor Swift se meneara con algo de ritmo latino, aunque se quedó solo con algo de ritmo.

Sabrina Carpenter, una de las estrellas de la temporada y ganadora del premio a mejor canción del año por Espresso, superando a su mentora Swift, se subió a un columpio y se besó con un alienígena, pero sobre todo hizo un guiño a los astronautas que representan a los premios (son sus estatuillas) rodeándose de docenas de ellos para su actuación; Megan Thee Stallion —que además actuó como presentadora— también proyectó su rostro sobre la cabeza de uno gigante en medio del escenario. Chappell Roan, otra de las mujeres del momento y ganadora a mejor artista revelación, salió de una mazmorra vestida con armadura para después incendiarla y cantar Good Luck, Babe! Halsey se montó un garaje casero con su banda (de mujeres) para cantar Ego, mientras que Camila Cabello se encerró en un octógono de cristal.

Y GloRilla superó sin pestañear un problemita con el top, que se le desabrochó en plena actuación cantando sobre una mesa entre llamaradas.

Una de las estrellas de la noche fue Katy Perry, honrada con el premio por toda su carrera de vanguardistas vídeos, a cada cual más espectacular, símbolo de su carrera desde sus inicios.

La presentó su marido y padre de su hija, Orlando Bloom, y ella devolvió el favor con una impresionante actuación de 10 minutos con un remix de media docena de temas de sus distintas épocas. “Os enamorasteis de ella como Katy Perry. Yo me enamoré de ella como Katherine Hudson”, contó el actor, usando el nombre real de la artista. “La conocéis como una superestrella global que brinda amor, luz y su sentido del humor único a cada canción que escribe y a cada vídeo que crea.

Yo la conozco como madre, pareja, que trae el mismo amor y alegría a nuestra familia”. Ella se lo agradeció a MTV (“gracias por creer en mis rarezas desde el primer día”) y a su familia por darle “las más profundas raíces”, a sus fans por estar con ella “toda la vida” y también habló de la importancia de la salud mental en los artistas, especialmente en las mujeres.

Durante la gala no se vieron todos los premios en directo; el plato fuerte eran las actuaciones y solo se otorgaron algunos en directo, mientras que la mayoría solo se tuitearon, lo que no gustó a todos los fans.

La gran ganadora de la noche fue Swift, con media docena de galardones: el más importante, el de mejor vídeo del año por Fortnight (en cuyo discurso aprovechó para pedir el voto, como ya había hecho la noche anterior tras el debate presidencial), junto a canción del verano, artista pop, artista del año, dirección y edición. También triunfaron Tyla, al mejor afrobeat por Water, Megan Thee Stallion con Yuki Chiba por Mamushi(mejor vídeo de tendencia), Benson Boone por la viral Beautiful Things (mejor canción alternativa), SZA por Snooze (mejor R&B), Lenny Kravitz por Human (mejor rock), Dua Lipa con Houdini (mejor coreografía, realizada por Charm La’Donna) y Eminem con el otro Houdini (mejor hiphop).

En estos 40 años, los MTV VMA han visto a Madonna vestida de novia cantando Like a Virgin (y besándose con Britney Spears y Christina Aguilera), a Lady Gaga envuelta en carne cruda, a Miley Cyrus perreando como nunca, a Michael Jackson besando a Lisa Marie Presley o a Beyoncé anunciando su primer embarazo por sorpresa. Quizá ahora, cuando ya parece que está casi todo visto, que queda poco que inventar y cuando lo que más gusta en un mundo de redes e hiperconexión es ver lo más auténtico, triunfan por sacar a los artistas bailando copa en mano mientras se cuentan intimidades.

Tanto que tienen varias cámaras que les apuntan durante toda la gala y que se pueden seguir en directo. Todo cambia, y todo sigue igual, para que el espectáculo pueda continuar.

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