La justicia anuló el juicio de Alec Baldwin por homicidio involuntario este viernes en base a supresión de evidencias, en un sorpresivo giro del proceso que buscaba esclarecer la responsabilidad del actor en la tragedia que enlutó al set de Rust.
Baldwin, en el banquillo de los acusados, sostenía un revólver Colt calibre .45 en un ensayo en un set de rodaje en Nuevo México, cuando una bala fue descargada hiriendo mortalmente a la directora de fotografía, Halyna Hutchins.
Con apenas dos días de acción en el juzgado de Santa Fe, sus abogados presentaron una moción para anular el proceso con perjuicio argumentando que el Estado les escondió evidencia potencialmente clave.
Este viernes, tras tensos interrogatorios a personas relacionadas a cargo de la pericia que abrieron dudas sobre el manejo de dicha evidencia y la parcialidad de la fiscal Kari Morrissey, la jueza Mary Marlowe Sommer puso fin al caso.
“La retención voluntaria de esta información por parte del Estado fue intencionada y deliberada”, dijo Sommer.
“Si esta conducta no alcanza el nivel de mala fe, ciertamente se acerca tanto a la mala fe como para mostrar indicios de un perjuicio flagrante”.
“La descubierta de una violación del Estado inyectó un retraso innecesario e incurable en el juicio”, agregó. “Su moción para anular el caso con perjuicio es concedida”, falló.
Baldwin explotó en llanto y abrazó a sus abogados.
En el fondo, su esposa, Hilaria, también irrumpió en lágrimas.
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