Mark Zuckerberg, Rihanna y Bill Gates fueron parte de los distinguidos invitados que asistieron a la gala previa a la boda de uno de los hijos de Mukesh Ambani, reconocido como el hombre más adinerado de Asia.
En un fin de semana extraordinario en el estado indio de Gujarat, se congregaron alrededor de 1.200 personas, entre ellas algunas de las personalidades más influyentes del mundo.
Mukesh Ambani, de 66 años, figura como el décimo hombre más rico del planeta, con una fortuna estimada en US$115.000 millones, según Forbes.
Ambani ejerce como presidente, director general y principal accionista de Reliance Industries, la mayor empresa privada de la India, que abarca sectores como la petroquímica, el petróleo, el gas, las telecomunicaciones, el comercio minorista y los servicios financieros. Su conglomerado es propietario de uno de los mayores complejos de refinación de petróleo a nivel mundial.
Sus tres hijos participan en algunas de las compañías del grupo empresarial.
La infancia del multimillonario
Mukesh Ambani, originario de Yemen, pasó su infancia en la India después de que su familia se trasladara a un chawl, un tipo de vivienda comunal de alquiler económico en Bombay.
Proveniente de un trasfondo modesto, Ambani fue uno de los cuatro hijos de Dhirubhai Ambani, un comerciante que estableció Reliance en 1966 como una pequeña empresa textil.
Ambani atribuye su éxito empresarial al haber crecido en circunstancias económicas modestas durante su infancia, lo que le proporcionó una ventaja sobre otros empresarios que no tuvieron que enfrentarse a las mismas dificultades.
Con el crecimiento de la empresa familiar, la familia se mudó de su vivienda en el chawl a un barrio más próspero en Bombay. Sin embargo, para evitar que sus hijos se volvieran demasiado consentidos, Dhirubhai contrató a un tutor que los llevaba regularmente a recorrer zonas de bajos ingresos.
Ambani considera estas experiencias como una de las mejores cosas que le sucedieron en la vida, según lo expresado al periódico The New York Times.
La expansión de un imperio
Después de obtener su licenciatura en ingeniería química de la Universidad de Bombay, Ambani decidió continuar su educación en los Estados Unidos, inscribiéndose en un programa de maestría en la Universidad de Stanford. Sin embargo, interrumpió sus estudios a petición de su padre, quien consideraba que el aprendizaje real proviene de la experiencia práctica en lugar de los entornos académicos.
De vuelta en la India a principios de los años 80, Ambani se involucró en la construcción de una fábrica de poliéster en una aldea. Su éxito en este proyecto le ganó un lugar prominente dentro de la empresa que su padre había fundado.
A medida que Reliance crecía rápidamente y diversificaba sus operaciones, Ambani desempeñó un papel clave en la expansión hacia sectores como la petroquímica, energía y telecomunicaciones.
Después del fallecimiento de su padre en 2002, Mukesh y su hermano menor Anil se enfrentaron por el control del imperio familiar. Tras una disputa prolongada, se dividieron las empresas, con Mukesh tomando el control de las unidades de gas, petróleo y petroquímicos.
En la década de 2010, Ambani estableció Jio Platforms, una subsidiaria de Reliance Industries dedicada a las telecomunicaciones y el comercio electrónico. En agosto de 2023, Jio Financial Services, la división financiera del conglomerado, comenzó a cotizar en bolsa.
Además de ser un exitoso empresario, Ambani es propietario del equipo de cricket Mumbai Indians y reside en una lujosa residencia de 27 pisos en Bombay.
“Tirar la casa por la ventana”
Durante sus viajes de negocios, Ambani visita templos hindúes, prefiere la vestimenta tradicional hindú sobre los trajes occidentales, disfruta viendo películas de Bollywood y se comunica con su familia en el idioma gujarati. Además, le gusta deleitarse con la comida callejera india, según reportes de la prensa local.
A diferencia de otros magnates que prefieren celebrar en privado, Ambani prefiere hacer grandes eventos públicos que atraigan la atención de todos.
Esta preferencia por celebraciones extravagantes es una tradición familiar; por ejemplo, en 2018, la boda de su hija Isha contó con la actuación de Beyoncé y la presencia de figuras destacadas como Hillary Clinton y John Kerry.
Recientemente, en la gala previa a la boda de su hijo, fue la cantante Rihanna quien proporcionó la música.
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