La artista animó a su pareja, Travis Kelce, desde la grada con un estilismo que está siendo muy comentado.
Hoy no se habla de otra cosa. Si, de por sí, la final de la Super Bowl es un espectáculo deportivo y musical que siempre genera miles de titulares y millones de comentarios en todo el planeta, este año este evento ha trascendido más allá gracias a la expectación que genera la que es, probablemente, una de las parejas más mediáticas y buscadas del momento: la conformada por Taylor Swift y Travis Kelce, quienes han protagonizado un beso de película tras el partido.
A pesar de estar en plena gira y haber dado los últimos días cuatro shows nada menos que en Japón, ayer la cantante se cruzó el mundo para animar a su novio, jugador de los Kansas City Chief, y parece que le dio suerte, puesto que su equipo se alzó con la victoria.
Como era de esperar, Taylor fue una de las protagonistas de la velada desde la grada y brilló con un conjunto cañero que escondía varios homenajes a Travis.
Un look de groupie
No es ninguna novedad decir que a Taylor le encanta esconder pistas en sus estilismos y volver locos a sus fans con diferentes teorías, ejemplo es el look que llevó la semana pasada para asistir a los Grammy, pero, en esta ocasión, los mensajes han sido menos sutiles, puesto que quería mostrar su apoyo a su novio de manera muy clara.
Por eso, a su llegada al Allegiant Stadium de Las Vegas lució una chaqueta estilo bomber del equipo de Travis, un modelo satinado en tono rojo con el logo de los Chiefs bordado sobre el pecho que puede adquirirse a través de la web de la NFL por unos 120 euros aproximadamente.
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