Fecha de hoy21 noviembre, 2024

Cómo funciona Telepathy, el chip cerebral que Elon Musk asegura que se implantó en un humano (y qué dudas genera)

¿Se acerca el momento en que las personas puedan controlar computadoras con sus mentes?

Elon Musk, empresario y fundador de Neuralink, ha avivado este debate al anunciar que la compañía ha tenido éxito en implantar uno de sus chips cerebrales en un individuo. Musk compartió en un post en X que se ha observado una actividad cerebral “prometedora” después del procedimiento y que el paciente se está recuperando satisfactoriamente.

La meta de Neuralink es utilizar esta tecnología para abordar dolencias neurológicas complejas. La profesora Anne Vanhoestenberghe del King’s College de Londres considera que la primera prueba en humanos es un logro significativo para cualquier empresa dedicada a dispositivos médicos.

Aunque hay varias compañías trabajando en productos prometedores, pocas han logrado implantar sus dispositivos en seres humanos, según la experta. Sin embargo, advierte que el “verdadero éxito” solo puede evaluarse a largo plazo y señala que Elon Musk es hábil para generar publicidad para su empresa. Hasta ahora, no hay una verificación independiente de las afirmaciones de Musk, y Neuralink no ha proporcionado detalles sobre el procedimiento. La BBC contactó a la compañía y a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para obtener comentarios.

¿Cómo funciona Telepathy?

En otra publicación en X, Musk anunció que el primer producto de Neuralink llevaría el nombre de Telepathy, que se traduce como Telepatía en español.

Teléfono mostrando un logo de Neuralink con Elon Musk en el fondo.

Neuralink fue fundada en 2016.

Musk mencionó que los primeros usuarios serán aquellos que han perdido el control de sus extremidades. Posteriormente, hizo referencia a Stephen Hawking, el renombrado científico británico que enfrentó una grave enfermedad neuromotora.

El empresario planteó la idea de que, con este avance, Hawking podría haberse comunicado a una velocidad superior a la de un mecanógrafo o un subastador, destacando ese como el objetivo de la tecnología.

El procedimiento implica la implantación de un diminuto chip herméticamente sellado directamente en el cerebro del paciente. Este chip está conectado a 1.024 electrodos extremadamente pequeños, no más gruesos que un cabello humano, y se alimenta con una batería recargable de forma inalámbrica.

Este sistema crearía una interfaz con una computadora externa, permitiendo al usuario enviar y recibir señales.

Existe preocupación acerca de los riesgos físicos a corto plazo, las posibles implicaciones médicas a largo plazo y los dilemas éticos asociados con esta tecnología.

La cabeza de Ian Burkhart, de 23 años, muestra el puerto de su cabeza conectado a un chip en su cerebro durante una sesión de entrenamiento el 18 de junio de 2014.

Varias empresas han incursionado sobre los potenciales usos médicos de los implantes de chips en el cerebro.

Cualquier intervención quirúrgica en el cerebro conlleva riesgos inherentes. Un informe de Reuters en diciembre de 2022 reveló que Neuralink participó en ensayos que resultaron en la muerte de aproximadamente 1,500 animales, incluyendo ovejas, monos y cerdos.

En julio de 2023, el Departamento de Agricultura de EE. UU., responsable de investigar asuntos relacionados con el bienestar animal, declaró no haber encontrado violaciones de las leyes de investigación con animales en la empresa de Musk, aunque una investigación independiente aún está en curso.

A pesar de estas preocupaciones, la aprobación de la FDA para los ensayos en humanos indica que la compañía de Musk ha superado algunos de los obstáculos regulatorios. Sin embargo, la incertidumbre persiste, especialmente en cuanto a las posibles consecuencias a largo plazo de tener un dispositivo como este operando en el cerebro, un órgano complejo del que aún se conoce poco.

Dado que la industria está en sus primeras etapas, la falta de datos suficientes sobre los posibles daños potenciales cambiará con los experimentos en humanos, y esto será crucial para el desarrollo de productos similares.

Las cuestiones éticas asociadas son más subjetivas y abarcan inquietudes sobre la protección de datos, los posibles usos y la capacidad para mejorar las habilidades cognitivas humanas.

Otros proyectos

Aunque Musk ha vuelto a poner en el centro del debate esta tecnología con su anuncio, es cierto que algunos de sus competidores tienen un historial de trabajo que se remonta a dos décadas.

Blackrock Neurotech, una empresa estadounidense con sede en Utah, implantó su primera interfaz cerebro-computadora en 2004 y ha continuado desarrollando múltiples interfaces desde entonces.

Un dispositivo regulador neuronal de circuito cerrado cableado de alta precisión con un chip cerebral de desarrollo propio se muestra en la sala de exposiciones del "Centro de Innovación en Ciencias de la Energía Inteligente Cerebral Xitou Qizhen" en Hangzhou, provincia de Zhejiang, China, el 31 de julio de 2022.

En China existe un centro dedicado exclusivamente a la investigación e innovación de la integración entre cerebro y computadora.

Precision Neuroscience, fundada por uno de los cofundadores de Neuralink, también tiene como objetivo ayudar a personas con parálisis. Su implante, similar a un trozo delgado de cinta, se coloca en la superficie del cerebro y puede ser implantado a través de una “microhendidura craneal”, un procedimiento que afirma ser mucho más sencillo.

Otros dispositivos existentes han demostrado resultados positivos. En estudios científicos recientes en Estados Unidos, se utilizaron implantes para monitorear la actividad cerebral mientras una persona intentaba hablar, lo que luego se decodificó para facilitar la comunicación.

La École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) en Suiza es otra empresa que ha logrado avances notables en este campo. Consiguieron que un hombre paralizado pudiera caminar simplemente mediante el pensamiento, utilizando implantes electrónicos en su cerebro y columna que transmiten pensamientos de forma inalámbrica a sus piernas y pies. Los detalles de este avance se publicaron en la revista Nature en mayo de 2023.

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