La Policía Nacional de España ha arrestado en Valencia a cuatro individuos de edades comprendidas entre los 41 y 74 años, señalándolos como responsables de una red criminal vinculada con la comercialización de cadáveres.
Los cuatro detenidos, empleados de una misma funeraria, supuestamente se dedicaban a manipular documentos con el fin de sustraer cadáveres de hospitales y residencias. Posteriormente, vendían estos cuerpos a universidades para fines de estudio, obteniendo alrededor de US$ 1.300 por cada uno, según informó un vocero de la Policía a CNN.
Adicionalmente, se han detectado irregularidades en el proceso de incineración de los cuerpos donados a la ciencia. Por ejemplo, se destaca que los detenidos llegaron a facturar US$ 5.450 a una universidad por once incineraciones de cadáveres, después de ser estudiados, y que estas transacciones no fueron reflejadas en las facturas emitidas por ninguna de las instalaciones de incineración de la ciudad, según un comunicado compartido con los medios.
La estrategia de estos cuatro individuos consistía en identificar personas fallecidas sin familiares, preferentemente extranjeras o con condiciones de vida precarias en vida, para así poder llevar a cabo prácticas irregulares en el caso de que aceptaran donar sus cuerpos. De esta manera, se aseguraban de evitar cualquier seguimiento por parte de familiares, según indicó la Policía.
La investigación comenzó a principios de 2023, cuando agentes policiales tuvieron conocimiento de la retirada irregular de un cadáver de la morgue de un hospital por parte de la funeraria, que habría falsificado registros y documentación proporcionada al Registro Civil.
Tras las detenciones, dos de los empleados de la funeraria enfrentan cargos por estafa, mientras que los otros dos enfrentan acusaciones por falsificación documental. La Policía Nacional ha confirmado a CNN que se les ha tomado declaración y que permanecen en libertad a la espera de comparecer ante la justicia.
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