Jueces federales temen ser asesinados si autorizan la extradición de los líderes Zetas a territorio estadunidense.
Los líderes fundadores de Los Zetas, Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales (conocidos como El Z-40 y El Z-42 respectivamente), han logrado retrasar su extradición a Estados Unidos mediante tácticas de intimidación dirigidas a los jueces encargados de sus casos. A pesar de estar detenidos, mantienen su influencia y poder dentro y fuera de las prisiones, según informaron fuentes de inteligencia a MILENIO.
Estas fuentes indicaron que los hermanos Treviño Morales continúan liderando el cártel de Los Zetas y son responsables del asesinato de al menos 10 custodios en distintas prisiones donde han estado recluidos. Además, disfrutan de privilegios como visitas conyugales regulares y concesiones especiales dentro de los Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso).
Esta situación ha generado temor entre los jueces federales, quienes temen represalias, incluido el riesgo de ser asesinados, si autorizan la extradición de los líderes de Los Zetas a territorio estadounidense. Recientemente, el juez Segundo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México otorgó una suspensión que impide la extradición de Miguel Ángel Treviño.
Cabe destacar que El Z-40 fue detenido en julio de 2013 y enfrenta cargos relacionados con secuestros, asesinatos y otros crímenes. Las autoridades estadounidenses lo buscan por su presunta participación en asesinatos y tráfico de drogas. La administración de Joe Biden ha comunicado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que la extradición de estos dos líderes de Los Zetas es de máxima prioridad.
Z-40; narco difícil de controlar
La evidencia de la dificultad para controlar a El Z-40 es evidente en sus múltiples traslados entre penales federales desde su captura. Inicialmente, fue recluido en el penal de máxima seguridad número uno, Altiplano, pero en 2015 fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social número 11 en Hermosillo, Sonora.
Posteriormente, en 2018, fue reubicado en el Cefereso 9 de Ciudad Juárez, Chihuahua, y dos años más tarde, en 2020, lo trasladaron al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
Después del cierre de ese complejo, Treviño Morales pasó por los penales de Buenavista Tomatlán en Michoacán y Villa Comaltitlán en Chiapas, pero en 2023 regresó a Altiplano.
A principios de este año, fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social Noreste en Tepic, Nayarit, donde actualmente está detenido.
En julio de 2021, MILENIO informó que mientras estaba en el penal de Buenavista Tomatlán, Miguel Ángel Treviño Morales disfrutaba de diversos privilegios, como desayunar fruta fresca y tener acceso diario a periódicos. Además, residía en el dormitorio ECO con solo cuatro personas, en contraste con la situación de hacinamiento de hasta 15 internos por celda en la que vivían otros reclusos.
El Z-42; delitos involucrados
Según las investigaciones, Óscar Omar Treviño inició su participación en actividades criminales bajo la dirección de su hermano Miguel Ángel Treviño. Tras la detención de este último, Óscar Omar asumió el liderazgo de Los Zetas.
Funcionarios estadounidenses indican que El Z-42 se jactaba de haber causado la muerte de más de mil personas. Durante su liderazgo, Los Zetas se involucraron en actividades ilícitas como tráfico de drogas, secuestros, extorsiones, robo de hidrocarburos, tráfico de personas y armas, extendiendo sus operaciones a algunos países de Centroamérica como Guatemala y Honduras.
Óscar Omar fue arrestado en 2015 en San Pedro Garza García, Nuevo León, siendo posteriormente ingresado al Centro Federal de Readaptación Social número 1, Altiplano. En 2016, lo trasladaron al Cefereso 12 de Ocampo, Guanajuato, pero regresó al penal de máxima seguridad del Estado de México dos meses después.
En julio de 2019, un juez federal lo condenó a 18 años de prisión por cargos de portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas y operaciones con recursos de procedencia ilícita. En Estados Unidos, enfrenta acusaciones por asociación delictuosa para cometer delitos contra la salud.
A pesar de esto, el equipo legal de ambos narcotraficantes sigue presentando diversos recursos legales para obstaculizar la conclusión de los procesos de extradición en los tribunales federales.
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