Un vuelo de Alaska Airlines, operado por un Boeing 737 Max 9, experimentó la pérdida de una sección de su fuselaje, incluyendo una ventana, poco después de iniciar su viaje a California. Esto obligó a la aeronave a realizar un aterrizaje de emergencia en Oregón, Estados Unidos. A bordo se encontraban 177 pasajeros y la tripulación, quienes aterrizaron de manera segura en Portland.
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que el vuelo 1282 de Alaska Airlines regresó sin problemas después de que la tripulación informara sobre un problema de presurización. Como respuesta, la FAA ordenó la inmovilización en tierra de algunos aviones Boeing 737 Max 9, medida que también fue adoptada por Alaska Airlines para su flota de 65 aeronaves de ese modelo, afectando un total de 171 aviones. Boeing señaló estar al tanto del incidente y estar trabajando para obtener más información.
“Viaje infernal”
A pesar de la impactante visión de un avión con un agujero en su fuselaje, los pasajeros mantuvieron la serenidad y siguieron las indicaciones de la tripulación de cabina.
Evan Smith, uno de los pasajeros, relató que sintieron un fuerte impacto en la parte trasera izquierda del avión, seguido de un zumbido, y luego las máscaras de oxígeno se desplegaron. Informó que se les comunicó sobre un niño en esa fila cuya camiseta salió volando, pero su madre lo sostuvo para evitar que fuera con ella.
Diego Murillo describió el hueco como ancho como una nevera, mientras que Elizabeth Lee señaló que, a pesar del viento extremadamente fuerte, todos permanecieron en sus asientos con los cinturones abrochados.
Jessica Montoia calificó el vuelo como “una experiencia infernal” y mencionó que el viento arrebató el teléfono de las manos de un hombre.
Los pasajeros mantuvieron la calma pese al hueco que apareció en el fuselaje del avión.
Ben Minicucci, CEO de Alaska Airlines, anunció la suspensión de los 65 aviones de la aerolínea, permitiendo su regreso al servicio solo después de completar mantenimiento completo e inspecciones de seguridad.
El vuelo con destino a Ontario, California, estaba descendiendo de emergencia a una altitud de 4,876 metros según datos de seguimiento de vuelo.
Las imágenes enviadas a los medios exhiben el cielo nocturno a través de la brecha en el fuselaje, con material aislante y otras partes visibles. Otras imágenes muestran el asiento más cercano a la sección afectada, un asiento de ventana que, según los pasajeros, estaba desocupado, inclinado hacia adelante sin su cojín.
Minicucci expresó solidaridad con los pasajeros y agradeció la respuesta de los pilotos y la tripulación de vuelo ante la situación.
“Tenemos una emergencia”
En un fragmento de audio, se puede escuchar a la capitana de la aeronave comunicándose con el control de tráfico aéreo para solicitar la autorización de descenso.
Al ser interrogada sobre su solicitud, la piloto declaró que estaban enfrentando “una emergencia”. Explicó que la aeronave estaba despresurizada y necesitaban regresar, haciendo hincapié en que había 177 personas a bordo.
Según las imágenes, la región afectada se encontraba en la parte trasera del avión, posterior al ala y los motores. La sección dañada del fuselaje parece ser una zona que algunos operadores podrían utilizar como puerta de emergencia adicional, pero no es el caso de Alaska Airlines.
Con historia
Los aviones de la serie 737 Max han sido catalogados como “el avión de transporte más investigado de la historia” debido a una serie de problemas de seguridad.
En marzo de 2019, el modelo Max fue suspendido por un periodo de año y medio después de que dos de estas aeronaves se estrellaran en situaciones similares, resultando en la pérdida de la vida de cientos de pasajeros.
El experto en aviación John Strickland afirmó que el incidente con Alaska Airlines difiere significativamente de esos accidentes previos y destacó que desde la reintroducción en servicio del 737 Max, ha mantenido “un historial de seguridad considerable”.
Los modelos 737 Max de Boeing, como este de Alaska Airlines, estuvieron implicados en dos graves accidentes de aviación.
“Aunque aún no comprendemos completamente las razones detrás de la sección del fuselaje desprendida, esto no está relacionado con el tiempo que la aeronave estuvo fuera de servicio durante 18 meses”, indicó a BBC News.
No obstante, señaló que es comprensible que Alaska Airlines adopte una postura precautoria al mantener en tierra su flota.
En noticias más recientes, Boeing anunció que incrementaría el ritmo de entregas del 737 Max después de resolver un problema de suministro que resultó en inspecciones exhaustivas de las nuevas aeronaves y del inventario existente, según informó Reuters.
Hasta la fecha, se han entregado alrededor de 1,300 aviones 737 Max a clientes, según datos proporcionados por Boeing.
El mes pasado, la FAA instó a las aerolíneas a realizar inspecciones en los modelos Max para detectar posibles tornillos sueltos en los sistemas de control del timón.
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