El América le quitó el bicampeonato a los Tigres, que buscaban unirse a una lista de equipos que han sido bicampeones como los Pumas, León y más recientemente el Atlas. Por su parte, la catorce llegó a Coapa.
En una final de vuelta no tan emocionante en cuanto a la calidad del juego, pero sí en las historias que se vivieron, las Águilas del América se impusieron por un marcador, un tanto engañoso, de 3-0 ante un equipo felino que fue víctima de sus propios errores. El cuadro de André Jardine supo capitalizar de gran manera estos errores y aprovechó su localía en el Estadio Azteca, donde la afición nunca se cansó de alentar a sus jugadores.
Ambos conjuntos habían empatado a uno en el partido de ida, por lo que se esperaba que ninguno se guardara nada o llegara confiado al encuentro, y así fue. Aunque la primera parte fue floja en términos generales, los dos arqueros fueron figuras, Malagón para los locales y Nahuel para los visitantes.
En la segunda parte el ‘Ame’ fue quien más propuso, convirtiendo al guardameta argentino en la figura del encuentro hasta ese momento, sin embargo, pronto pasaría de ser héroe a villano. No obstante, los de Robert Siboldi se quedaron a centímetros de encontrar la anotación, luego de un tiro al travesaño de Rafael Carioca.
En la recta final del partido, Raymundo Fulgencio, quien acababa de ingresar al campo, fue expulsado por una conducta que se interpretó como violenta, donde el jugador de los Tigres le soltó un manotazo fortuito a Julián Quiñones. El equipo de Nuevo León se quedó con diez jugadores, pero consiguió mandar al alargue el partido.
Ya en el tiempo extra, el América encontró de forma muy temprana el gol que significaría el campeonato. Quiñones remató, atajó Nahuel y en un rebote que favoreció al rematador, el colombiano mandó el balón al fondo de la red. Con la presión y el tiempo encima, Tigres adelantó líneas, y en una mala ejecución de tiro libre, el América se descolgó en un contragolpe, y el ´Patón’ se fue expulsado tras frenar una oportunidad de gol para las Águilas.
Con nueve jugadores, Tigres tuvo que disputar 25 minutos. La tarea que parecía difícil se tornó imposible y el América metió dos goles más, vía Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez, quienes habían partido como revulsivos desde el banquillo.
Finalmente, el árbitro central Adonai Escobedo hizo sonar su ocarina y el partido concluyó. El América rompió su sequía de títulos en la liga, y Miguel Layún se despidió del fútbol, alzando un trofeo que no se olvidará en Coapa. La Navidad se pintó azulcrema.
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