Un desgarrador episodio en las aguas del Río Bravo: Un niño de tres años perdió la vida cuando su familia intentaba cruzar la frontera hacia Estados Unidos, según confirmó una portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas a AFP.
La Unidad Marina Táctica recibió un reporte sobre un pequeño arrastrado por la corriente del Río Bravo mientras intentaba cruzar el río con su familia al norte de la barrera marina en Eagle Pass. Aunque los agentes lograron encontrar al niño de tres años y lo llevaron a la orilla, lamentablemente fue declarado fallecido en el hospital al que fue trasladado por el personal médico, señaló la portavoz en un comunicado por correo electrónico.
Este trágico incidente se produce en medio de una crisis migratoria en la región. El martes, el alcalde de Eagle Pass, Texas, que colinda con Piedras Negras en México, emitió una declaración de emergencia debido a un aumento significativo en la llegada de migrantes.
Las estadísticas más recientes de la patrulla fronteriza revelan que en julio interceptaron a 132,652 migrantes en la frontera con México, en comparación con los 99,545 de junio. Informes de medios de comunicación, citando fuentes gubernamentales anónimas, sugieren que el número de personas que cruzan la frontera diariamente ha aumentado en gran medida en los últimos tiempos.
Ante esta situación, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) anunció que desplegará 800 efectivos militares adicionales en servicio activo para ayudar con la logística y otras funciones en la frontera. Hasta ahora, el Departamento de Defensa ya ha proporcionado 2,500 efectivos permanentes de la Guardia Nacional para apoyar al DHS en esta crisis.
El presidente estadounidense, Joe Biden, atribuye la crisis migratoria en parte a la falta de acuerdo en el Congreso para llevar a cabo una reforma migratoria integral. Además, en mayo, se levantó la norma sanitaria conocida como Título 42, que permitía bloquear a la mayoría de los migrantes que llegaban sin la documentación necesaria.
Al mismo tiempo, se implementaron nuevas restricciones al acceso al asilo, lo que ha afectado significativamente a los migrantes que buscan ingresar a los Estados Unidos. Desde entonces, más de 253,000 personas han sido expulsadas o devueltas a 152 países, muchos de ellos de América Latina, según datos oficiales.
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