El accidente ocurrido en la Central Nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania – en ese entonces territorio de la Unión Sovietica -, el 26 de abril de 1986, se ha abordado de diferentes formas, siendo la más reciente una serie de televisión que muestra cómo fue que grandes cantidades de material radiactivo fueron expulsadas a la atmósfera, formando una nube radiactiva que se extendió por Europa, pero hay un aspecto que por momentos se olvida: los sobrevivientes.
Los niños cuyos padres estuvieron expuestos a la radiación del accidente de la central nuclear de Chernóbil en 1986 no presentaban un exceso de mutaciones en la línea germinal, según muestra un nuevo estudio de secuenciación del genoma completo publicada en la revista Science por un equipo internacional de investigadores de Estados Unidos, Ucrania, Reino Unido y Japón.
“Se trata de uno de los primeros estudios que evalúan sistemáticamente las alteraciones de las tasas de mutación en humanos en respuesta a una catástrofe provocada por el hombre, como la exposición accidental a la radiación”, afirman los autores.
Los efectos de la exposición a la radiación del accidente nuclear de Chernóbil, ocurrido en una central de Ucrania en abril de 1986, siguen siendo un tema de interés.
Hasta la fecha, se han realizado varios estudios que examinan los riesgos transgeneracionales de la exposición a la radiación por sucesos como éste, pero los resultados no han sido concluyentes.
Además, no se ha llevado a cabo ningún estudio exhaustivo sobre las mutaciones germinales de novo en todo el genoma de los niños nacidos de padres expuestos a cantidades moderadamente elevadas de radiación ionizante, a pesar de que los posibles efectos genéticos de este tipo de sucesos siguen siendo una preocupación para las poblaciones expuestas a la radiación, como los evacuados de Fukushima.
¿Cómo se realizó el estudio?
Los investigadores analizaron los genomas de 130 niños y padres de familias en las que uno o ambos progenitores habían experimentado una exposición a la radiación gonadal relacionada con el accidente de Chernóbil y en las que los niños fueron concebidos después del accidente, y nacieron entre 1987 y 2002.
No encontraron un aumento de nuevas mutaciones en la línea germinal en esta población. La incidencia de mutaciones de novo en la línea germinal era comparable a la registrada en la población general, afirman.
“Nuestro estudio no apoya un efecto transgeneracional de la radiación ionizante sobre el ADN de la línea germinal en los seres humanos”, concluyen.
En un segundo estudio que examina los efectos de la lluvia radiactiva en los supervivientes del accidente nuclear de Chernóbil, los investigadores aportan más datos sobre el proceso de los cánceres papilares de tiroides inducidos por la radiación, uno de los cánceres más frecuentes observados tras el suceso de Chernóbil.
“Estos resultados amplían sustancialmente los informes preliminares sobre las características de los tumores humanos relacionados con la radiación al integrar datos de múltiples plataformas con un gran tamaño de muestra y datos detallados sobre la dosis de radiación”, afirman los autores.
Fuente: Milenio
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