Hay que señalar que los anticonceptivos hormonales contienen dos hormonas artificiales denominadas estrógeno y progestina, las cuales se producen de manera natural en los ovarios de una mujer, estos métodos pueden contener una o ambas sustancias, que impiden que el ovario de una mujer libere un óvulo durante su ciclo menstrual.
El Centro Nacional de Biotecnología, en su artículo Progestin-only contraceptives: effects on weight analizó el cambio de peso y la composición corporal con el uso de anticonceptivos que contienen únicamente progestinas. El resultado fue un aumento menor a los 2 kg de peso a los 6 o 12 meses de haber usado uno de estos métodos.
Por otra parte la revista médica Ginecología y Obstetricia del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos en su artículo Early Weight Gain Predicting Later Weight Gain Among Depot Medroxyprogesterone Acetate Users muestra que el potencial de aumento de peso excesivo con el uso inyecciones trimestrales de Medroxiprogesterona de Depósito (AMPD) es probable para algunas mujeres, pero no es una certeza para todas las usuarias.
El artículo muestra un estudio en el que reclutaron 805 mujeres afroamericanas, blancas no hispanas e hispanas de entre 16 y 33 años y se observó que una cuarta parte de las mujeres que usaron inyecciones anticonceptivas trimestrales aumentaron más de 5% de su peso inicial en sólo seis meses y este aumento no se relacionó con la ingesta calórica a lo largo del tiempo.
Dicho escrito concluye que las mujeres que experimentan un aumento de peso considerable durante los primeros seis meses de uso de AMPD deben buscar otras opciones anticonceptivas ya que un aumento de peso continuo puede conducirlas a una serie de problemas para la salud como diabetes, hipertensión o enfermedades cardiacas.
El hecho de subir o no de peso por el uso de anticonceptivos hormonales no debe ser lo único que nos debe preocupar, ya que este tipo de métodos se relacionan con pérdidas de micronutrientes como el hierro, cobre y zinc como lo menciona el nutriólogo Fernando Pérez Meza, fundador de Nutrición con Ciencia A.C. “Ningún fármaco es inocuo, es decir que no hace daño, todos los anticonceptivos hormonales modifican en algún punto el funcionamiento de la glándula tiroides, la microbiota, la insulina, etc.”
La recomendación por parte de Pérez Meza para las mujeres que usan esta clase de métodos es que si no llevaban un estilo de vida saludable, este es un buen momento para comenzar, de esta manera el impacto sobre el peso corporal será menor. También sugiere el consumo de los siguientes nutrimentos para el buen funcionamiento del organismo durante el uso de anticonceptivos hormonales:
- Cisteína: Pollo, yogurt, queso, leche, huevos y legumbres.
- Magnesio: Trigo integral, espinacas, quinoa, almendras, nueces, chocolate negro, aguacate y tofu.
- Omega 3: Pescado y otros mariscos, nueces y otras semillas, aceites vegetales y verduras de hoja verde.
- Vitamina B6: Plátano, atún, salmón, nueces, carnes, granos enteros y legumbres.
- Vitamina B12: Hígado vacuno, almejas, pescado, huevos, carne y leche.
Fuente: Milenio
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