De acuerdo a investigaciones de la UNAM, se pudo demostrar que la posesión de una mascota permite a los abuelitos incorporar mejores esquemas de movimiento y tener una sensación de ocupación y bienestar general.
Lo anterior trae como consecuencia la activación de su sistema inmunológico y una respuesta más eficaz a la medicación que siguen.
Se ha demostrado que las personas mayores que tienen animales domésticos en casa experimentan menos estrés y visitan con menor frecuencia al médico.
Vivir con un animal de compañía contribuye a mejorar la calidad de vida, puesto que disminuye la sensación de soledad, proporcionan compañía, ayudan a mitigar ese vacío.
Además, salir con ellos a pasear es una actividad que permite socializar y relacionarse con otras personas; son el mejor medicamento para la tristeza y depresión.
Está demostrado que convivir con una mascota reduce la sensación de tristeza y depresión; las personas mayores se sienten útiles al cuidar de un animal es un gran aliciente para ellas.
Nuestras mascotas nos hacen sonreír más y esto contribuye a reducir el estrés, la presión arterial, aumentando nuestro estado de felicidad. Vivir con una mascota también obliga a mantenerse más activo, mejorando la salud del corazón y el estado de las articulaciones.
Las personas mayores que tienen una mascota son, por lo general, más saludables y optimistas.
GATOS
Los gatos aportan serenidad y tranquilidad a los ancianos, pues al atenderlos olvidan sus dolencias. Los gatos no precisan dedicación constante y suelen estar siempre buscando el calor de su dueño, lo que da mucha paz a quien lo cuida.
El coste que supone tener un gato tampoco es un gran gasto mensual, además es un animal que se preocupa mucho por su aseo y puede pasar horas acicalándose.
PERROS
Los perros aportan serenidad y tranquilidad a los ancianos, aunque requieren algo más de dedicación que los gatos, ya que es necesario sacarlos a pasear, pero que se compensa con el ejercicio al hacerlo.
El coste mensual que supone tener un perro puede ser un poco superior al de un gato, ya que generalmente comen más.
Tanto los perros como los gatos ofrecen además un cariño mutuo de agradecimiento hacia su dueño, así como la búsqueda del tacto y la demostración de afecto. Esto es en especial importante, puesto que el contacto físico estimula la memoria y la atención.
Las mascotas son una gran compañía, aportan grandes beneficios a la salud de sus dueños. Ser activo física y emocionalmente con un animal es una buena receta para evitar sentirse viejo.
Fuente: Excélsior
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