La diabetes tipo 2 y sus complicaciones a menudo se asocian con adultos de mediana o mayor edad, pero una nueva investigación publicada en ‘Diabetologia’, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), muestra que el diagnóstivo de diabetes a una edad más joven en lugar de una mayor se asocia con un mayor riesgo de mortalidad y enfermedad cardiovascular.
“Las intervenciones tempranas y sostenidas para mejorar los niveles de glucosa en sangre y los perfiles de riesgo cardiovascular en personas con diabetes tipo 2 establecida y las intervenciones para retrasar su aparición en personas con alto riesgo son esenciales para reducir la mala salud y la mortalidad asociada con esta afección”, advierten los autores, la primera autora, doctora Natalie Nanayakkara, de la Universidad de Monash, y la profesora Sophia Zoungas, directora de la Escuela de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Monash en Melbourne, ambas en Australia.
Las tasas de diabetes tipo 2 han aumentado en todos los grupos de edad y prácticamente en todos los países durante las últimas tres décadas. Una tendencia particularmente preocupante que se observa durante este período es el aumento de las tasas en los grupos de edad más jóvenes, de 20 a 44 años.
Si bien diferentes países están experimentando variaciones en la tasa de aumento, la tendencia al alza se está produciendo en casi todas partes y está asociada con mayores tasas de sobrepeso y obesidad, mala alimentación y disminución de los niveles de actividad física.
Después de buscar en las bases de datos MEDLINE y All EBM (Evidence Based Medicine) desde el inicio hasta julio de 2018, los autores incluyeron datos de 26 estudios observacionales que incluyeron en su análisis 1.325.493 personas de 30 países de las regiones de Asia Pacífico, Europa y América del Norte.
Mediante el uso de diversas técnicas estadísticas y modelos informáticos, la edad demostrada al momento del diagnóstico de diabetes se asoció con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y enfermedad macrovascular y microvascular, con los tres hallazgos estadísticamente significativos.
Cada aumento de 1 año en la edad en el momento del diagnóstico de diabetes se asoció con un riesgo 4%, 3% y 5% menor de mortalidad por todas las causas, enfermedad macrovascular y enfermedad microvascular, respectivamente, ajustada a la edad actual.
Los autores dicen que, aunque estudios anteriores han evaluado los efectos de la edad en el momento del diagnóstico de diabetes sobre las complicaciones de la diabetes, esta es, según su conocimiento, la primera revisión sistemática y metanálisis que explora las asociaciones entre la edad en el momento del diagnóstico de diabetes y los resultados posteriores.
“Las personas diagnosticadas con diabetes a una edad avanzada pueden tener más probabilidades de tener factores de riesgo cardiovascular adversos acumulados en comparación con las diagnosticadas a una edad más temprana”, explican.
“Dado que la edad avanzada es un poderoso predictor de complicaciones cardiovasculares, durante la misma duración de la diabetes, las personas diagnosticados a una edad más temprana tienen riesgos absolutos más bajos de eventos en comparación con las personas diagnosticadas a una edad mayor –continúan–. Sin embargo, con el tiempo, los efectos tanto del envejecimiento como de la duración de la enfermedad pueden amplificarse, lo que resulta en complicaciones prematuras y muerte en las personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 a una edad más temprana”.
Para ilustrar esto, apuntan que una persona diagnosticada con diabetes tipo 2 a la edad de 30 años tendría un riesgo absoluto menor de complicaciones en comparación con una persona diagnosticada a la edad de 50 años, pero cuando ambos cumplen 60 años, la persona diagnosticada a una edad más joven tendría un riesgo relativo y absoluto más alto de complicaciones y muerte debido a los efectos del envejecimiento, agravado por los efectos de una diabetes de mayor duración.
“Por lo tanto –advierten los autores–, las personas más jóvenes plantean un desafío importante para los médicos y los responsables de la toma de decisiones que necesitan conocer estas patologías combinadas de envejecimiento natural y envejecimiento vascular prematuro asociadas con la diabetes tipo 2”.
Fuente: Excélsior
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