El actor vivió una anécdota con su papá que le cambió la vida y que hizo que no tenga ningún prejuicio ni con sus hijos ni con nadie.
Eduardo Santamarina es un hombre que no tiene ningún tipo de prejuicio con respecto a saludar (cuando se podía) de beso a mujeres y también a hombres, a pesar de que no los conozca; pero no siempre fue así, en su infancia el actor tenía miedo de mostrarle de esta forma su cariño a su papá.
Pero la situación cambió cuando recibió la visita de sus primos y el actor pudo constatar que esa forma de expresar el amor entre hombres no tenía nada de malo, por lo que tomó fuerzas para acercarse como nunca a su papá y el resultado fue el mejor posible.
Recordó Eduardo durante una entrevista para el programa Sale el Sol de Imagen Televisión. Santamarina, visiblemente emocionado, aceptó que ese momento fue catártico y lo llevó a una reflexión que trascendió en él: “Cuando lo hice (besar a su papá), ¡Dios de mi vida!, no saben, cambió mi vida totalmente”.
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