La sierra gorda de Querétaro cumple 23 años este martes como reserva de la biosfera, y se ha convertido en uno de los principales pulmones naturales del estado y el centro del país.
Es la séptima en tamaño dentro de las áreas naturales protegidas federales de México, incluyendo a las marítimas.
Sus ecosistemas varían desde matorrales xerófilos a bosques templados, pasando por bosques de niebla, y abarca parte del estado de San Luis Potosí.
La gran riqueza natural de la Reserva de la Biosfera se debe a sus diversas alturas, que van desde 300 hasta 3 mil 100 metros sobre el nivel del mar, lo que propicia numerosas variantes climáticas.
En años recientes se ha visto afectada por incendios forestales, pero diferentes grupos y organizaciones han velado por ella.
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