La historia de Chuck y James, dos pescadores comerciales de Montauk, Nueva York. En un día normal, estamos hablando de un mundo pre-coronavirus, los dos pescadores se dedicaban a llenar su barco de pescados frescos, los que vendían a los restaurantes y establecimientos de comida.
Su estilo y manera de trabajo estaba acostumbrado a producir una gran cantidad de pesca. Con casi todos sus clientes clausurados debido a la cuarentena, sus pescas están superando a su capacidad para venderla. Es por eso que decidieron ir más allá con lo que tenían a su disposición.
Ahora Chuck y James son los héroes de su comunidad. A diario llegan con cargamentos de pescado fresco, los que regalan a los vecinos. No podemos dejar de destacar la calidad del producto que están regalando: generalmente, estos pescados irían a las cocinas de restaurantes de primera calidad. Pero cuando nos encontramos en un momento como este, son las personas mismas quienes son la prioridad.
Chuck y James llegaron incluso a ser entrevistados por el canal TODAY, quienes les preguntaron por su motivación: «Somos personas comunes y corrientes queriendo hacer un servicio a nuestra comunidad».
Fuente: UPSOCL
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