El océano juega un papel crucial en la lucha contra enfermedades como el Covid-19, debido a que es una fuente rica de compuestos antivirales, que se encuentran listos para ser descubiertos, advirtió el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
En un documento, científicos como Inés Aguiar Branco, Lauren Thuringer y Robert Blasiak, señalan que una enzima proveniente de un microbio que se halla en las aguas termales es una pieza clave en la tecnología que se emplea en los kits de detección de varios virus, incluido el SARS-CoV-2.
Los investigadores pusieron como ejemplo, la proteína que se encuentra en un alga roja del arrecife de coral de las Islas Canarias, que fue fundamental en la batalla contra el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés), padecimiento causado por un tipo de Coronavirus estrechamente relacionado con el Covid-19.
Ante esta situación, alertaron que la diversidad genética de los organismos oceánicos enfrenta amenazas, lo que pone en peligro su uso en los casos conocidos y en potenciales avances científicos y comerciales.
Destacaron que el término genoma oceánico se refiere al material genético presente en todos los organismos marinos y a la información codificada que contiene, lo que determina la abundancia y la resistencia de los recursos biológicos marinos, tales como la pesca y la acuicultura, que son pilares de la seguridad alimentaria y medios de subsistencia de muchos países.}
Señalaron que esta industria proporciona alimentos a cientos de millones de personas a nivel global y emplea a más del 10 por ciento de la población mundial.
“Debido a que el material genético asociado a cada especie marina es único, la extinción de cualquiera de ellas conllevaría la desaparición de su información genética, lo que mermaría el potencial del genoma oceánico para abordar desafíos actuales como el cambio climático y el Covid-19, así como amenazas futuras, entre las que podría haber nuevas enfermedades”, manifestaron.
Agregaron que las investigaciones encargadas por el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible identificaron varias oportunidades de acción para proteger la diversidad del genoma oceánico y procurar una distribución equitativa de sus beneficios y potenciales usos.
En principio, es necesario aumentar las medidas de conservación, otorgando el carácter de área marina protegida (parcial o total) a por lo menos 30 por ciento del océano, tomando en cuenta los derechos y el acceso de las comunidades locales a los recursos, y garantizando la participación de las comunidades en la toma de decisiones.
Fuente: Excélsior
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