La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que el agujero en la capa de ozono que estaba sobre el Ártico, y alcanzó un tamaño récord en marzo pasado, se cerró completamente para fines de abril.
“El agotamiento de la capa de ozono, el escudo que protege la vida en la Tierra de los niveles dañinos de radiación ultravioleta, alcanzó un nivel sin precedentes en grandes partes del Ártico esta primavera (…) La última vez que se observó un agotamiento de ozono igualmente fuerte en el Ártico fue durante la primavera de 2011”, informó la portavoz de la OMM, Clare Nullis, en una reunión informativa de la ONU en Ginebra.
De acuerdo con la organización, el agujero fue causado por la continua presencia de sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC), que destruyen la capa de ozono, y un invierno muy frío en la estratosfera, la capa de la atmósfera ubicada entre unos 10 y 50 kilómetros de altitud.
“Estos dos factores se combinaron para dar un nivel muy alto de agotamiento que fue peor de lo que vimos en 2011. Ahora ha vuelto a la normalidad (…) el agujero de la capa de ozono se ha cerrado”, afirmó Nullis.
La OMM explicó que el agujero de ozono se cerró en abril con el aumento de las temperaturas en la estratosfera, lo que culminó con la afluencia del aire rico en ozono desde las capas más bajas de la atmósfera.
“La situación volvió a la normalidad y el agujero se cerró”, puntualizó la portavoz.
A la par, aclaró que al contrario de lo que muchos pueden deducir, la disminución de la contaminación del aire por la pandemia del Covid-19 no desempeñó un factor determinante en el cierre del agujero.
La organización indicó que la destrucción de la capa de ozono, que protege la vida en el planeta de la radiación ultravioleta dañina, es un fenómeno que ocurre en el Ártico durante la primavera.
Fuente: Excélsior
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