Dos de las estrellas más relevantes del pop en la actualidad, Katy Perry y Taylor Swift, protagonizaron su reconciliación el año pasado con la aparición de la primera en el videoclip que la segunda grabó para su sencillo You Need To Calm Down, tras un enfrentamiento público que se alargó por cinco años y que estuvo repleto de pullas en forma de declaraciones cruzadas o de canciones con mensajes subliminales.
Muchos de sus fans se atrevieron entonces a comenzar a soñar con verlas de nuevo juntas en distintos eventos del mundo de la música, posando abrazadas y sonrientes para las cámaras, pero ese momento nunca se ha llegado a producir.
Eso se debe, según se ha encargado de explicar Katy, a que ahora ambas son dos mujeres adultas y por tanto han decidido no forzar la situación para permitir que todo evolucione de manera natural entre ellas.
“No tenemos una relación muy cercana porque las dos estamos muy ocupadas, pero nos mandamos muchos mensajes de texto”, reveló a la revista Stellar, en la que también dio a entender que tuvo que tragarse su ego antes de aceptar la oferta de Taylor para participar en su vídeo.
“Aunque me resultaba difícil, era importante que yo estuviera en ese videoclip porque la gente quiere contar con figuras a las que admirar”.
Por otra parte, la cantante de California Gurls sigue siendo capaz de admirar la valentía de su compañera de profesión al sincerarse en el especial de Netflix Miss Americana para hablar de ello.
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