En Francia, un equipo de médicos logró que naciera el primer bebé de una paciente a la que el tratamiento de quimioterapias había dejado estéril utilizando un óvulo inmaduro al que lograron fertilizar. El estudio por el que el nacimiento fue posible, fue publicado en la revista Annals of Oncology.
La madre, de 34 años de edad tuvo que recibir quimoterapias para tratar un cáncer de mama que que padeció cinco años atrás, pero el tratamiento, a pesar de curarla, le produjo infertilidad.
Sin embargo, los médicos franceses encontraron la manera de ayudarla a cumplir su sueño de convertirse en madre, con un nuevo tratamiento, en el que extrajeron siete óvulos inmaduros de sus ovarios y utilizaron una técnica llamada maduración in vitro para hacer que las células se desarrollaran en el laboratorio.
Después, los óvulos fueron congelados mediante vitrificación, un proceso para congelar de manera muy rápida debido al uso de nitrógeno líquido que evita que se formen cristales de hielo y se dañen las células.
Seis óvulos sobrevivieron al proceso de descongelación y fueron fertilizados usando la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, que funcionó en cinco óvulos.
Los médicos transfirieron un embrión al útero de la paciente que quedó embarazada y nueve meses después dio a luz a un bebé sano de nombre Jules.
La mujer se decidió a llevar a cabo este procedimiento experimental pues la estimulación ovárica y las hormonas que se emplean la ponían en riesgo de una recaída.
“Somos conscientes de que los óvulos madurados en el laboratorio son de menor calidad en comparación con los obtenidos después de la estimulación ovárica. Sin embargo, nuestro éxito con Jules muestra que esta técnica debería considerarse una opción viable para la preservación de la fertilidad femenina, idealmente combinada con la criopreservación del tejido ovárico”, concluyó el autor del estudio, el profesor Michaël Grynberg, jefe del departamento de Medicina Reproductiva y Preservación de la Fertilidad en el Hospital Universitario Antoine Béclère, en Francia.
Fuente: Milenio
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