Vivir en un país como Noruega significa tener que acostumbrarse al frío y a cambio bruscos en la luz solar. Lo que se acentúa más en una de sus islas, Sommar, en la que hay 300 habitantes que se ubican al norte del Círculo Polar Ártico, lo que significa que pasan gran parte de sus días, en la casi total oscuridad o en la luz plena.
Por ello, han decidido relajar tanto sus vidas, que los relojes más que ser una ayuda, son una molestia. Es que en la «Isla de Verano», como es la traducción de Sommar, se puede apreciar a gente actuando como si fuera la madrugada en horas en que normalmente otras personas se están acostando.
“Hay luz del día constantemente y actuamos en consecuencia”, dice el isleño Kjell Ove Hveding en un comunicado. “En medio de la noche, lo que la gente de la ciudad podría llamar ‘2 am’, puedes ver a niños jugando al fútbol, gente pintando sus casas o cortando el césped y adolescentes nadando”.
Por ello, los isleños decidieron agendar una reunión municipal, con la intención de firmar una petición para llevar a cabo que la isla sea declarada una zona libre de tiempo. A lo que la autoridad encargada, acudió reuniéndose poco después con un miembro del parlamento noruego para entregarle las firmas de los vecinos y discutir sobre lo que deberían enfrentar en la legislación de esta iniciativa.
Con este cambio, los vecinos de Sommar buscan flexibilizar las horas de escuela y trabajo. Siendo la pesca y el turismo las principales fuentes de ingresos de esta isla, pasándose los pescadores hasta días persiguiendo a sus presas, sin tomar en cuenta el calendario.
Con esta iniciativa, serían la primera localidad poblada en declararse libre del tiempo. Lo que iría en línea con su mística y turismo, debido a que cuando los visitantes cruzan un puente hacia Sommar desde el territorio continental, no son recibidos con candados colgando en la estructura como en otros países. Sino que, el puente está cubierto de relojes, para que las personas se preparen a entrar a la tierra que el tiempo olvidó.
Fuente: UPSOCL
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