Montreal es la ciudad más poblada y la auténtica capital económica de la región francófona de Quebec. Una ciudad con una estructura mucho más europea que otras grandes urbes canadienses, muy joven y muy viva.
Turísticamente, también resulta muy agradable y, pese a que está a unas cinco horas y media de Toronto en autobús, es una buena opción para una excursión de un fin de semana.
A diferencia de la mayoría de las ciudades norteamericanas, el centro de la ciudad de Montreal se mantiene vivo después del final de la jornada laboral. La mayor parte de la vida de la ciudad se concentra alrededor de la Rue Ste. Catherine, comercial durante la mañana y zona de restaurantes por la noche.
Montreal cuenta también un una bella parte histórica en la zona del Vieux Montreal y el Puerto Antiguo, con calles estrechas y edificios con fachadas de piedra gris que recuerdan más a algunas ciudades francesas que a estilos arquitectónicos norteamericanos. Esta zona está situada junto al río St. Laurent y representa la parte más tradicional de la ciudad.
Montreal es conocida por ser un icono cultural y artístico de Canadá así que no puedes dejar de conocer sus museos como el museo de Bellas Artes, el museo McCord y el museo de arqueología.
Si se trata de visitar monumentos, estamos seguros que la Basílica de Notre Dame, la Torre Olímpica y la Torre del Reloj te dejarán sin aliento.
Para los viajeros que disfrutan del city walk, esta ciudad posee barrios muy pintorescos y a su vez restaurantes que disfrutar en tus paseos.
Todo esto sin mencionar que es un destino con lugares para niños como el zoológico Biodome y algunos parques como el Jean Drapeau.
Son varias las actividades que puedes hacer como local como la visita a los mercados y a los festivales. Gracias a los efectos de invierno es una ciudad para pasar una blanca Navidad y un excelente Año Nuevo.
Para tener una visión completa de la ciudad de Montreal lo mejor es subir hasta lo alto de la colina del Mont Royal -que da nombre a la ciudad-. La zona de la colina es un parque y en su parte más alta cuenta con una plaza y un gran mirador desde el que se tiene la mejor vista de la ciudad. Al este de esta colina nos encontraremos con el barrio del Plateau, con sus tiendas de moda, sus restaurantes y, sobre todo, con las típicas casas de dos o tres alturas con las escaleras de forja curvas que son características de la ciudad.
Hay tres comidas que son típicas de la gastronomía de Montreal. La poutine es el plato más famoso de la región y otras zonas de Canadá también lo han adoptado como propio. Se trata de una base de patatas fritas, a las que se le añade una salsa de carne y queso suave en pedazos más los ingredientes que deseemos. Es una bomba de calorías, pero en restaurantes como La Banquise la preparan de modo excelente. También es famoso el pastrami o carne ahumada que preparan en Schwartz’s y, finalmente, los bagels también son muy típicos de la ciudad con un sabor muy diferente al de otros lugares. La panadería St Viateur, que podemos visitar, es el mejor lugar para disfrutarlos.
Visita Montreal y descubrirás una ciudad llena de colores, la mejor opción para descubrir nuevos horizontes y gente maravillosa. visita sus redes sociales:
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