A sus 6 años, Sebastián cumplió su sueño de ser soldado por un día, pues recibió el cargo honorífico en las instalaciones de la 17ª. Zona militar de Querétaro.
Su madre, Guadalupe López, lo acompañó en este día tan especial, donde pudo conocer el stand de transmisiones, el del plan DNIII y exhibición de vehículos, armamento y unidades caninas, además de recibir un reconocimiento.
Para Sebastián fue un día único, pues desde hace cuatro años lucha contra un padecimiento llamado Neurofibromatosis, la cual le ha dejado algunas marcas en la piel y tumores pequeños, que le fue detectada a los dos años, presuntamente por herencia genética.
Desde entonces, han buscado que Sebastián lleve una vida normal, acude al kínder, juega futbol y tiene a sus amigos, pues busca salir adelante pese a la adversidad.
Su pasión por jugar con soldados y el apoyo de sus padres hicieron realidad este sueño, que recordará para toda su vida.
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