La pérdida auditiva es una condición seria; millones de mexicanos corren el riesgo de desarrollar este tipo de problema si se exponen a ruidos intensos, pueden desarrollar desde dolores de cabeza hasta sordera permanente, advierten los expertos.
La audición es una serie de sucesos en los cuales el oído convierte las ondas sonoras en señales eléctricas e impulsos nerviosos para enviarlos al cerebro, donde se interpretan como sonido.
Aunque todos los individuos, incluidos los niños, experimentan diariamente múltiples sonidos intensos en el ambiente, los estudios indican que los jóvenes son quienes martirizan sus oídos con mayor frecuencia al utilizar sistemas de audio por varias horas.
Oídos jóvenes
El envejecimiento auditivo, que debería empezar a partir de los 25 años, se está acelerando entre los jóvenes. La posibilidad de que exista una futura generación de adultos con problemas de audición, como algunos estudios prevén, dependen en cierta medida de cada persona; sin embargo, el número de casos va en aumento, no hay duda.
El volumen alto de los audífonos, explican los especialistas, lesiona de forma irreversible las células del oído que detectan las frecuencias agudas, que son las primeras en morir. Además, los jóvenes, por lo general, escuchan música de 6 a 7 horas diarias utilizando auriculares.
Algunos médicos han identificado que el uso de este tipo aparatos a volumen exagerado es un riesgo serio, porque su fuente sonora golpea interna y directamente la cavidad auditiva. Los niveles sonoros de éstos, por lo general, son a 110 decibeles (db), lo que equivale a situarse a 15 metros de la turbina de un avión Boeing 707 al momento de despegar.
Los expertos recomiendan que el nivel de ruido no debe sobrepasar los 90 decibelios, salvo en periodos cortos (30 minutos), en los que puede llegar a un máximo de 110.
No obstante, opinan que estos aparatos inseparables de los adolescentes no causan ningún problema si son utilizados adecuadamente. “Todo depende del volumen con que los usen”, dicen. Sin embargo, la agresión sonora no sólo proviene de estos sistemas, sino que está presente en los cines y bares, así como en lugares de trabajo, escuelas, hogares y, sobre todo, en la calle, lo que pone en riesgo a cualquier persona.
Síntomas
La pérdida auditiva inducida por ruido puede ocurrir lentamente. Los sonidos pueden distorsionarse o disminuir en intensidad. El problema reside en que las personas no se dan cuenta del daño hasta tiempo después; no obstante, se puede detectar eficazmente por medio de pruebas de audición. Las consecuencias del ruido generalmente no se manifiestan hasta dos años después con la disminución severa de la agudeza auditiva o, en el peor de los casos, con una sordera permanente.
El trauma acústico se puede clasificar según su daño. Cuando la pérdida es de primer grado, aparece un zumbido agudo molesto (tinnitus) que desaparece progresivamente con el descanso, pero que puede reaparecer y tener otro tipo de consecuencias si la persona continúa expuesta al ruido intenso.
Prevención
Ante cualquier problema auditivo se debe acudir con un otorrinolaringólogo para evitar que el padecimiento avance, y recibir el tratamiento adecuado.
Entre las principales medidas de prevención están:
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Disminuir el tiempo de exposición a ruidos constantes y fuertes.
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Se recomienda que los audífonos no obstruyan totalmente la entrada al oído, para suavizar la descarga sonora.
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Si no se puede escuchar a los demás mientras se usan los auriculares, entonces el volumen es demasiado alto.
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Evitar el uso de audífonos por tiempo prolongado.
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No subir demasiado el volumen de radios, televisores o videojuegos.
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Realizarse un examen médico por un especialista (otorrinolaringólogo).
Es importante que todas las personas comprendan los riesgos del ruido y protejan sus oídos en la vida cotidiana.
FUENTE: Bienestar180
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