En Hawái, el volcán Kilauea sigue ofreciendo imágenes tan impresionantes como aterradoras. Una nueva alerta se ha encendido después de que dos lenguas de lava hayan llegado al océano.
En contacto con el agua, la lava provoca una sustancia corrosiva conocida en inglés como “laze”, que envía al aire peligrosas partículas de cristal fino y ácido clorhídrico. Los guardacostas tratan de mantener alejados a los barcos de una zona de peligro.
En tierra firme, el peligro también es patente. La última explosión del Kilauea lanzó una nube de ceniza a 3000 metros de altura. El sábado, un hombre resultó herido grave por una proyeccion de lava cuando estaba en la terraza de una tercer piso.
Ua veintena de grietas se han abierto en zonas cercanas a este volcán, que desde el 3 de mayo ha extendido sus ardientes tentáculos destruyendo decenas de casas y vehículos.
Con información de Euronews
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